El desastre y el pánico se presentaron de manera inesperada en la cuarta etapa de la Itzulia, que rodaba con normalidad desde Etxarri Aranatz a Legutio cuando en el descenso de Olaeta, a 33 kilómetros de meta, una tremenda caída acabó con 12 corredores esparcidos por la cuneta, entre ellos los favoritos, el líder Primoz Roglic, Remco Evenepoel y Jonás Vingegaard, éste último trasladado en ambulancia a un hospital.
El infortunio se presentó en una curva a derechas, en la bajada de un puerto no puntuable, Olaeta, por donde el pelotón volaba en busca de 6 hombres en fuga. Varios corredores se salieron de la trazada, Vingegaard se fue al suelo, Evenepoel se salió y pasó rozando un grueso árbol, otros se fueron contra una acequia de cemento.
Un escenario bélico. Evenepoel se echaba la mano a un hombro, Roglic, sentado, parecía el menos dañado, y Vingegaard, inmóvil, tendido de costado, parando la respiración de todos aquellos que estaban presenciando la escena.
Enseguida actuaron los médicos. Eran pocos los doctores, pocas las ambulancias para tanto herido. Así que la carrera hubo de neutralizarse a falta de facultativos. La primera medida fue neutralizar la etapa hasta la localidad de Eskoriatza y después la decisión fue suspenderla para el pelotón, a excepción de los 6 escapados en el momento de la caída.
El danés Mattias Skjelmose (Lidl Trek), quien partió como tercero de la general, se convirtió en nuevo líder tras la eliminación de Roglic y Evenepoel. Juan Ayuso, quien "libró" la caída, le sigue a 4 segundos.
Este viernes la quinta etapa se disputará entre Vitoria-Gasteiz y Amorebieta-Etxano, con de 175,9 km de recorrido.