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LA ALEMANIA DE OZIL Y KHEDIRA

Alemania resolvió la fase clasificatoria mundialista sin sobresaltos y sin encajar una sola derrota, en una campaña basada ante todo el potencial ofensivo del equipo que hace pensar a muchos que el Mundial de Brasil debe ser el escenario en el que se ponga fin a una sequía de títulos que empezó en 1996.

En la portería Manuel Neuer es indiscutible como titular. Otros imprescindibles son Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger y Marco Reus. De resto, hay muchas variaciones posibles, incluso en el ataque donde Löw coquetea con la idea de jugar con Mario Götze como falso nueve.

La bicampeona mundial (Alemania'74 e Italia'90) tiene, por lo tanto, un bloque poderoso y ambicioso, dispuesto a hacer historia y a ser la primera selección europea que gana el título en América, donde la Argentina de Diego Maradona le arrebató la gloria en México'86. Además, también quiere resarcirse de los dos últimos Mundiales, en los que Italia y España, a la postre campeonas, frenaron a los germanos en semifinales.

PORTUGAL, BAJO LA DEPENDENCIA DE CRISTIANO

El mejor Cristiano Ronaldo que se recuerda es el principal argumento para que Portugal triunfe en el Mundial de Brasil, al que llega con el discurso cauteloso de su técnico Paulo Bento, quien establece los octavos como primera meta. Ronaldo, otrora criticado por su rendimiento con Portugal, ha explotado con la zamarra rojiverde desde que Bento asumiese el banquillo luso en octubre de 2010 en sustitución de Carlos Queiroz.

Aparte de Ronaldo, destacan en el 4-3-3 de Bento el medio del Mónaco Joao Moutinho, que sumó cerca de un decena de asistencias en la fase de clasificación al Mundial. Desde su posición de 8, el antiguo medio del Sporting y el Oporto presiona y encauza el juego ofensivo de "las quinas", cuyos jugadores -especialmente Ronaldo- rinden mejor al contragolpe que frente a defensas cerradas.

Completan la medular Raúl Meireles (Fenerbahçe), que ya da señales de fatiga física, y Miguel Veloso (Dínamo de Kiev), que sobresale por su fina zurda. En la zaga, el central del Real Madrid Pepe congenia con el corpulento Bruno Alves -defensa del Fenerbahçe-, mientras los laterales Joao Pereira (Valencia) y Fábio Coentrao (Real Madrid) aportan profundidad al ataque.

Rui Patrício, portero del Sporting de Lisboa, es indiscutible para Bento, a pesar de errores puntuales. A Cristiano Ronaldo le acompaña Nani, talentoso extremo del Manchester United cuyo rendimiento ha decaído, y Hélder Postiga (Valencia), en la posición de delantero centro. Es precisamente esta demarcación la tradicionalmente menos solvente de Portugal, pues tanto Postiga como Hugo Almeida -la otra alternativa- no han destacado por su capacidad anotadora.

EEUU, SIN DONOVAN

El fútbol de selección de Estados Unidos volverá a estar presente de nuevo, por séptima vez consecutiva, en un Mundial, y a Brasil 2014 acude como líder indiscutible y campeón dentro de la CONCACAF.

Klinsmann, de 49 años, de gran experiencia mundialista tanto como jugador y de entrenador con su país, tuvo siempre muy claras las ideas del fútbol que quería implantar dentro de la selección de Estados Unidos: antes que nada tener un compromiso completo con el equipo, ser disciplinado, trabajador y sin que nadie tuviese ningún tipo de privilegio adquirido.

Al margen de quienes son los seleccionados, Klinsmann ya tiene perfectamente establecido el tipo de fútbol que desea desarrollar cuando lleguen a Brasil el próximo año. No es otro que mucha disciplina, lucha permanente, concentración y no dar por perdido ningún balón.

Es cierto que todavía Estados Unidos no posee la técnica de las grandes potencias del fútbol mundial, pero es un equipo que cada vez cuenta más con jugadores que están formados en la competición internacional y eso les da una proyección de respeto y experiencia.

GHANA, ANTE SU MAYOR DESAFÍO

Las Estrellas Negras, nombre popular de la selección de Ghana, acuden a Brasil 2014 con el objetivo de convertirse en el primer equipo africano que consigue jugar unas semifinales mundialistas, meta que encalló en una tanda de penaltis contra Uruguay en los cuartos de final de Sudáfrica 2010.

Brasil 2014 será la tercera fase final consecutiva de un Mundial que dispute la selección entrenada por Kwesi Appiah, después de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, en la que quedó en una meritoria séptima posición. Su principal arma para mejorar esta clasificación, que mereció un reconocimiento social y económico en su país (bonificación de 20.000 dólares por jugador), es un línea de medios con veteranía, talento y fuerza física.

La ocupan viejos conocidos de las principales ligas europeas: Michael Essien, jugador del Chelsea que militó un año cedido en el Real Madrid; Sulley Muntari, titular del Milán que ganó la Champions League con el Inter de Milán; y Kwadwo Asamoah, centrocampista del Juventus.

La delantera es para el punta del Al Ain (Emiratos Árabes) Asamoah Gyan, quien ansía borrar para siempre aquel sonido del balón estrellándose contra el larguero de Uruguay en el penalti que lanzó en el minuto 120 de los cuartos de Sudáfrica 2010, cuando el marcador señalaba 1-1.

La tanda posterior de desempate (4-2 para el equipo sudamericano), frustró el histórico pase de un equipo africano a unas semifinales mundialistas y marcó un nuevo desafío para Ghana, que afrontará su mayor reto el próximo mes de julio en Brasil.