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Desde que abandonó el Barça, la hoja de ruta de Pep Guardiola está diseñada: un año sabático, el Bayern de Múnich, un equipo de la Premier y una selección nacional. Su decisión de aceptar entrenar al Manchester City tiene tanto más de epidérmica que de personal y Txiki Beguiristain es el principal responsable.

Txiki, uno de los alumnos aventajados de aquel Dream Team de Johan Cruyff en el que conoció a Pep, fue quien impulsó la carrera como técnico de Guardiola. Fue en el Barça de Laporta. Ahora Txiki y un directivo de aquel Barça, Ferran Soriano, están al frente del proyecto de los citizen. En la primavera de 2007, Beguiristain presentó a la junta directiva de Laporta un plan sobre la necesidad de variar la estructura técnica del fútbol base.

SUS INICIOS

Su plan era que Guardiola, con el título de entrenador recién estrenado, fuera el responsable de los técnicos de la cantera junto con Alexanco. Para los dos trabajaría Luis Enrique Martínez, hoy técnico del Barça, pero finalmente el plan tuvo alguna variación. A aquella reunión llegó tarde Evarist Murtra, miembro de la comisión delegada y amigo personal de Pep, y le pidió a Beguiristain que le hiciera un resumen de su propuesta.

Algunos de los que estuvieron en aquel encuentro cuentan cómo Murtra con una sonrisa le dijo a Beguiristain: "Por favor Txiki, llama primero a Pep, no vaya a ser que a lo que a él le apetece sea entrenar".

Y así fue. Primero entrenó al Barça B y al año siguiente sustituyó a Frank Rijkaard. Después llegaron todos los títulos posibles, la marcha de Laporta y de Txiki, la llegada de Sandro Rosell y el adiós de Pep, un año sabático en Nueva York y vuelta a empezar en Múnich.

REENCUENTRO CON SORIANO

Soriano, director general y vicepresidente económico con el Barça de Laporta, fue nombrado director ejecutivo del Manchester City en el verano de 2012. No tuvo ninguna duda sobre quién iba a ser su director técnico: Beguiristain; y los dos sabían quién era el entrenador deseado para su proyecto: Guardiola.

Pero Guardiola estaba en Nueva York y la siguiente temporada tenía decidido fichar por el Bayern de Múnich. La estructura del club bávaro es bastante particular, es una entidad dirigida por exjugadores, casi todos leyendas del fútbol europeo, desde el entrenador al presidente, todos entendidos del fútbol y que observarían con lupa el juego de su equipo.

Guardiola se va al City porque necesita el apoyo sin condiciones de Txiki y de Soriano, una seguridad que seguramente no tenía en el Bayern. En el City, Guardiola tendrá el cobijo de un hábitat amable y además todos los recursos económicos para diseñar el equipo que desea.

TERCER CLUB COMO ENTRENADOR

Este será el tercer paso en la carrera técnica de Guardiola y todo apunta a que será el último antes de dirigir a una selección nacional, al menos esa es la teoría de Martí Perarnau, expuesta en 'Herr Pep' (2014), una crónica íntima del Bayern de la temporada 2013-14.

"'Soy del Barça y siempre lo seré' -asegura Guardiola-. Esto no significa que vaya a volver a entrenar al Barcelona. De hecho, si uno tuviera que apostar diría que el futuro de Pep como entrenador está en el Bayern, más adelante en Inglaterra y quizás, en unos ocho o diez años, en un fin de fiesta, en una selección", escribe Perarnau.

Según esa teoría, Guardiola tendrá una vida como entrenador corta, pero intensa. Doce años a lo sumo. De momento ha consumido, ocho. Uno en el filial azulgrana, cuatro en el primer equipo y tres en el Bayern.

Su contrato con el City -por tres temporadas- le convertirá en el entrenador mejor pagado del mundo: 25 millones de euros; y tendrá la oportunidad de dejar huella en otra gran ciudad futbolera: Barcelona, Múnich, Manchester...