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El delantero sueco del Barcelona Zlatan Ibrahimovic aprovecha un encuentro con internautas surcoreanos en Seúl para alabar a entrenador del Real Madrid, José Mourinho, y el "reto" que le espera como técnico del club blanco.

Desde el hotel de Seúl en el que el Barcelona se concentra antes del partido del miércoles frente a un conjunto de estrellas de la liga surcoreana, Ibrahimovic dijo que "es un gran reto para Mourinho. Es el mejor o uno de los mejores entrenadores del mundo".

El delantero azulgrana, que coincidió con el portugués en las filas del Inter de Milán, se sinceró con los aficionados surcoreanos y aseguró: "No creo en el Madrid, pero sí creo en Mourinho."

Durante un cuarto de hora, un grupo de elegidos en internet han podido hablar Ibra y conocer un poco más sobre su ídolo, un aficionado a las artes marciales.

El encuentro ha sido promovido por una marca deportiva y comunidades de internet de Corea del Sur, un país con una de las más desarrolladas y extendidas redes del mundo.

Los aficionados barcelonistas surcoreanos le han preguntado también sobre su futuro en el club catalán tras su fichaje del pasado año, a lo que Ibrahimovic ha contestado que está "en el mejor club del mundo".

"En Italia ya lo había ganado casi todo. Necesitaba grandes retos", indicó el delantero sueco, quien consideró que su llegada fue un gran paso en su carrera.

Ibra aseguró que en Italia se juega un fútbol más táctico, mientras que en España tiene un carácter más ofensivo.

El nueve del Barcelona dijo que en Italia aprendió muchas cosas. "Es donde me convertí en el jugador que ahora soy", indicó.

Ibrahimovic mantuvo este encuentro entre antes del entrenamiento de esta tarde en el World Cup Stadium de Seúl, previo al partido que disputará en ese mismo escenario el Barcelona contra el K-League All Star, una selección de los mejores jugadores de la liga de fútbol surcoreana.

El choque será el segundo de la pretemporada del equipo de Pep Guardiola y forma parte de la gira asiática que culminará en Pekín el ocho de agosto en un partido contra el Guan chino.