El meteórico crecimiento y la consolidación de Vinicius Júnior ya le colocan entre los futbolistas más destacados del planeta, con más presión ya sin el cartel de promesa, aunque a la altura de las expectativas que él mismo ha generado con un rendimiento tan alto como constante. Así lo demuestran sus minutos en este inicio de curso.
El brasileño firmó con el club merengue hace ya cuatro años y le ha pasado de todo hasta gozar de una continuidad en cuanto a minutos y nivel fruto de su esfuerzo. Y aunque con Zinedine Zidane le costó más tener plena confianza, con Carlo Ancelotti se ha convertido prácticamente en indiscutible. Así, el extremo parece estar cumpliendo el reto de confirmarse y asentarse entre los mejores jugadores del mundo, con un inicio sobresaliente.
Con solo 22 años, en su quinta temporada en la entidad blanca, Vinicius se ha convertido en una pieza imprescindible en el sistema del técnico italiano. Seguramente, a cualquier aficionado blanco le salga su nombre de carrerilla al recitar la alineación blanca. Y es que no ha fallado en prácticamente ningún once titular, ya que sola en una ocasión esta temporada vio el inicio desde el banquillo.
El brasileño es el jugador con más minutos en sus piernas. 1.424 minutos totales disputados con el Real Madrid para certificar el paso al frente que ya dio el curso pasado. Y es que en los últimos 12 meses Vinicius solo se ha perdido cuatro partidos, dos de ellos por descanso, al no ir convocado; uno por lesión y otro por sanción.
El internacional aventaja en más de un partido y medio (134 minutos) al siguiente más cargado, el austriaco David Alaba (1.290), que es el otro futbolista que no se ha perdido ninguno de los 17 partidos de la campaña junto al francés Eduardo Camavinga, aunque este sólo acumula 643 minutos.
Unos números que asustan en lo físico, aunque el cansancio no parece afectar a las piernas del delantero, incombustible, con una fortaleza muscular digna de un jugador de clase mundial. Estos datos demuestran responsabilidad e influencia de un jugador que ya sabe lo que es echarse el equipo a la espalda en muchas ocasiones.
Y es que Vinicius condiciona e influye positivamente en los partidos con una notoriedad envidiable, sin necesitar nada más que su insistencia, su creatividad y su talento. El ejemplo más reciente fue en Leipzig, en un partido negro que acabó en derrota para el Real Madrid y en el que el brasileño volvió a marcar.
También fue determinante ante el Sevilla, agitando el partido con dos asistencias y volviendo loca a la defensa hispalense. O el gol en la final de su primera Champions. Siempre encara, no rehúye la exigencia ni la presión, sin esconderse en momentos clave, algo muy demandado en futbolistas tan jóvenes en la actualidad.
El 20 está dispuesto y destinado a tomar el mando del ataque blanco, y la exigente empresa parece no amedrentarle. Con una faceta mucho más combativa y con carácter, Vinicius se sigue reivindicando este año y lo hace a base de goles. El brasileño es el máximo goleador del Real Madrid en este inicio con ocho tantos, y además ha dado cinco asistencias, en un total de 17 encuentros entre todas las competiciones esta temporada.
Las cifras consolidan los datos de la campaña pasada, su mejor año hasta el momento, cuando en un total de 52 encuentros marcó 22 goles y repartió 20 pases de gol. Unos logros que le han permitido ampliar su palmarés, ya con una Liga de Campeones, dos ligas, dos Supercopas de España, una Supercopa de Europa y un Mundialito de Clubes.
Una de las consecuencias de este gran estado de forma, sin altibajos y sostenido en el tiempo, es su nominación para el Balón de Oro, en cuya votación finalizó octavo. Además, este pico de forma llega en el momento idóneo, cuando resta menos de un mes para que, salvo sorpresa, afronte su primer Mundial con la Canarinha, en un examen que seguirá midiendo el alcance internacional y el potencial del talentoso futbolista.