Institutos norteamericanos buscan jugadores en Madrid para becarles los estudios en EEUU
Los próximos 7 y 8 de diciembre hasta diez High Schools, antesala de las universidades de EEUU, harán pruebas en La Ciudad del Fútbol de Las Rozas
REDACCIÓN
A veces los sueños no se persiguen. Llaman a tu puerta. Los días 7 y 8 de diciembre, sucederá en Madrid. La Ciudad del Fútbol de Las Rozas, será testigo de un casting de fútbol en forma de campamento deportivo para chicos y chicas de entre 13 y 18 años. Organizadas por Deaquiparafuera, estas jornadas pueden abrirles las puertas a estudiar en EEUU.
Los chavales harán noche en el hotel de la RealFederación Española de Fútbol, el lugar habitual en el que pasan sus concentraciones los internacionales de La Roja. Mientras disfrutan de dos días sintiéndose casi futbolistas profesionales, los inscritos optarán a becas parciales o totales (su valor medio ronda los 30.000 euros) con las que matricularse en High Schools, los institutos americanos antesala de universidades como Harvard, también presente en estas pruebas madrileñas.
“Las universidades conocen cómo funcionan estos High School y los vigilan en sus procesos de selección de nuevos alumnos. Tenemos controlados estos centros y acudimos con frecuencia a ver sus partidos”, confiesa Mike Fucito, ex jugador de la Major League Soccer, y encargado de supervisar en nombre de Harvard el proceso.
Las chicas tienen más fácil conseguir becas
La oportunidad es relevante en el caso de las chicas porque tienen más opciones de conseguir estas becas. “El número de ayudas es idéntico para ambos sexos, pero son más los chicos que las reclaman, así que las chicas suelen tener más posibilidades. Es relativamente fácil que las niñas puedan dar el salto y gozar del deporte femenino de una manera totalmente diferente y más atractiva que en España”, añade William Touchard, director general de Deaquiparafuera.
Touchard recuerda que “los requisitos para acceder a estas becas son sencillos: tener una nota académica de, mínimo, 6 puntos y un nivel de inglés elemental. Eso y ganas de hacerlo bien. Nada más. No buscamos estrellas”, insiste.
De Villanueva de la Cañada a Connecticut
Sabe bien lo que supone esta experiencia Ana Aldaz. De Villanueva de la Cañada, esta chica de 15 años habla al otro lado del teléfono con voz tímida. Actualmente estudia en el Putnam Science Academy de Connecticut, uno de los diez High School que participarán en este casting del 7-8 de diciembre. En el estado de Massachusetts, Ana continúa su sueño futbolero, ése que comenzó cuando, con nueve años, empezó a jugar de manera compulsiva.
“La experiencia está superguay. A ver… echo de menos Madrid, claro, pero lo llevo bien. Las clases están superbién. Hay menos asignaturas y en lo deportivo tenemos un equipo todo de extranjeros. Eso es difícil de ver en España. Aquí el deporte femenino se magnifica y se le da mucho bombo. ¡Es cómo en las películas!”, cuenta feliz.
“Ana es muy friki del fútbol y le está encantando”, relata su madre, Esther. “No te voy a negar que, con 15 años, te da vértigo. Antes de irse, hablamos con otros padres que han conseguido becas con Deaquíparafuera. Merece la pena. En EEUU valoran más el fútbol femenino y Ana está aprendiendo mucho”, añade.
Un año que te cambia la vida
Hace apenas un año Marcial Rodríguez, de 17 años, estaba pasando por una experiencia similar a la de Ana. Él también estudió en Connecticut. Decidió regresar a Aranjuez, donde reside, pero no descarta volver a América. Lo hace con la seguridad de que su paso por EEUU le ha cambiado la vida.
“Vuelves más maduro. Es un cambio radical. Tienes que hablar con gente distinta, aprender tu rol en el equipo… y luego también hacerte la colada, preparar la compra”, se ríe ya desde España.
“Allí los estudios son mucho más prácticos. Está más orientado a lo que el alumno necesita. Tienen, además, muchas ayudas. Se les apoya con tutorías antes de clase, no van a pillarles. Como madre te cuesta y a ellos, sobre Navidades, les viene un bajoncillo, pero con Deaquíparafuera pueden volver a casa para las fiestas. Y luego al regresar a EEUU, mayo se les echa encima. Todo pasa volando”, cuenta Coral, la madre de Marcial.
“Echo de menos mis amigos. Había gente de Brasil, de Sudáfrica, Zimbabue, República Dominicana… Eso hace que sea más interesante, porque te tienes que adaptar a culturas diferentes”, cuenta Marcial. “Si alguien tiene dudas, que ni se lo piense, porque es una experiencia única que te cambia la vida”, concluye.