El Real Madrid capta talento joven. Arriesga y gana. Con una inversión de 126 millones de euros fichó a Fede Valverde, Vinicius Junior, Rodrygo Goes y Eduardo Camavinga. Hoy su precio de mercado es ya de 260 millones, según Transfermarkt. Un éxito de modelo y gestión de recursos humanos. Así gana el Madrid.
La permanencia del conjunto blanco en la élite, tras dominar la competición con cuatro títulos en cinco años, no se explica en grandes dispendios económicos, sino en rastrear el mercado para encontrar talento que ha pasado de futuro a presente.
El uruguayo Fede Valverde (5 millones de euros), los brasileños Vinicius Junior y Rodrygo Goes (45 millones de euros cada uno) y el francés Eduardo Camavinga (31 millones de euros) hicieron las maletas rumbo a la capital de España por un total de 126 millones de euros. Hoy su valor según Transfermarkt es ya de 260 millones de euros. Valverde (65), Vinicius (100), Rodrygo (40) y Camavinga (55).
Lo mismo que pagó el Atlético de Madrid por el portugués Joao Félix y menos que los fichajes de Ousmane Dembélé (105 millones de euros + 42 en variables) y Phillipe Coutinho (120 millones de euros + 40 en variables) por el FC Barcelona o los de Kylian Mbappé (145 millones de euros + 35 en variables) y Neymar Junior (222 millones de euros) al París Saint-Germain.
El Real Madrid ha recibido, a la espera de la final, 105,34 millones de euros por su rendimiento en la Champions. Cifra que podría aumentar 4.5 millones de euros en caso de levantar la que sería su 14ª orejona, más los 3,5 millones de euros que recibirían al participar en la Supercopa de Europa en verano.
El Real Madrid ha cambiado su política de fichajes durante los últimos años. Las nuevas condiciones económicas del fútbol mundial le hacen tener que mirar también a la base e intentar adelantarse al resto. El brasileño Reinier y el japonés Takefusa Kubo son otros ejemplos de oportunidades de mercado e intenso trabajo de rastreo por los que apostó el club de la capital de España y que se encuentran cedidos, en el Borussia Dortmund y el Mallorca, respectivamente.
Un claro ejemplo de esta transformación es la de Valverde. Jorge Barrera, presidente de Peñarol explicó a Efe en una entrevista en el marco de Soccerex USA celebrado en Miami en 2019 cómo la buena vista del Real Madrid para captar al uruguayo les hizo cambiar su forma de gestión del talento. “Nosotros somos conscientes de que no podemos competir con un nivel salarial como tiene el Real Madrid.
Aunque quisiéramos, en el destino del jugador está, además de lo económico, su futuro, el futuro de su familia, que muchas veces está atado o está vinculado de alguna forma directa o indirecta. Lo que tenemos que hacer es gestionar mejor para poder vender en condiciones de mayores ingresos económicos para nuestros clubes o tener un porcentaje de futuro”, comentó.
Tanto Valverde como Rodrygo y Vinicius pasaron por el Real Madrid Castilla, primer filial madridista, para aclimatarse poco a poco a un club de máxima exigencia. Una fórmula Casemiro como gran exponente en los últimos años. El capitán brasileño aterrizó en el Castilla, previo paso al primer equipo tras una cesión en el Oporto con Julen Lopetegui.
Aumentar el radar para la captación temprana de jóvenes talentos, el nuevo estadio y el gran rendimiento deportivo -con el título de Liga además de haber llegado a la final de Champions- son los baluartes del Real Madrid para mantenerse en la cúspide económica en un mundo que cuenta, cada vez más, con inversores extranjeros con estados detrás que rompen la balanza del mercado.