La infancia de José Cano estuvo marcada por la obesidad hasta los 13 años, que comenzó a realizar deporte. "Yo era el típico crío gordito de la pandilla e imagínate el bullyng en aquellos tiempos. Hubo un momento que dije hasta aquí hemos llegado, tiene que cambiar mi vida".
Esta decisión le llevó a interesarse por la alterofilia a los 13 años, displina que practicó hasta los 20. Durante este periodo de tiempo ganó varios campeonatos de España e hizo "varias cosas interesantes" en el mencionado deporte.
A los 21, debido a un accidente de coche, nuestro protagonista ya no podía realizar los ejércicios olímpicos pero "el tema del físico y el culturismo" siempre le habían gustado por lo que comenzó a practicar esta disciplina y en 2003 ganó el Mundial proclamándose Míster Universo. Posteriormente, comenzó su andadura como personal trainer.
Los alumnos de José lo consideran un gran profesor que transmite muy bien su pasión por el fitness. Carlota Espin, atleta fitness y personal trainer, acudió a José para prepararse para una competición: "Él se animó a ayudarme desde un principio y me transmitió muy bien su pasión por todo esto".
Asimismo, Andres Ureña, personal trainer y alumno de José, asegura que "lo que mas destacaría de José como persona es su calidad humana y eso se lo transmite a sus clientes, a sus alumnos".
Sonia Cano, también considera a su padre un ejemplo tanto como persona como entrenador: "Mi padre es una persona que está muy contenta con lo que hace y le gusta mucho ayudar a la gente de manera personal y física. A mí también me ha ayudado mucho en cuanto a la preparacion con el deporte que hago".
El ejercicio físico fue fundamental y cambió la vida de José, para él "no hay mayor beneficio o alegría que ver que alguien que llega con sus niveles de autoestima muy bajos con deporte y el ejercicio físico los aminora o termina borrando por completo".