Luis Rubiales | EFE
(Actualizado

El expresidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales debe acudir el 17 de mayo a la Audiencia Nacional para que se le notifique la resolución que le envía a juicio por los presuntos delitos de agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso, por el beso no consentido que le dio tras la final del Mundial femenino del pasado verano.

Según informan a EFE fuentes jurídicas, además de Rubiales, también están citados los otros tres procesados por supuestas coacciones a Jenni Hermoso para que justificasen públicamente la actuación del expresidente de la RFEF: el exdirector deportivo de la selección masculina Albert Luque, al exentrenador de la femenina Jorge Vilda y el que fuera responsable de Marketing de la Federación, Rubén Rivera.

La Audiencia Nacional envía a juicio a Rubiales por el beso no consentido a Jenni Hermoso

El magistrado que ha investigado los hechos, Francisco de Jorge, les notificará el auto de apertura de juicio oral que dictó ayer, miércoles, y la imposición de las respectivas fianzas para que hagan frente a eventuales responsabilidades civiles en el caso de ser condenados.

A partir de ese día, por tanto, empezará a contar el plazo de 24 horas para que Rubiales abone 65.000 euros de fianza por el delito de agresión sexual y otros 65.000 euros, pero en este caso de forma conjunta con los otros tres procesados, por el de coacciones.

El expresidente federativo, que está investigado en otro juzgado madrileño por presunta corrupción en contratos de la RFEF cuando él estaba al frente, afronta en la Audiencia Nacional una petición de la Fiscalía y las acusaciones de dos años y medio de prisión, mientras que los otros tres procesados se enfrentan a un año y medio.

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La internacional pide además que se imponga a Rubiales la prohibición de acercarse a ella a menos de 500 metros o comunicarse con ella durante ocho años ,y una indemnización de 50.000 euros en concepto de responsabilidad civil, y de otros 50.000 a pagar con el resto de acusados.

La Fiscalía sostiene que, el pasado 20 de agosto tras la victoria de la selección femenina del Mundial, Rubiales "propinó un beso en los labios" a Jenni Hermoso de forma "sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación" de la jugadora.

Y le acusa también de presionar de manera "constante" y reiterada a la futbolista y a su entorno para que "justificara y aprobara" el beso que le dio "contra su voluntad" ante "las consecuencias personales y profesionales" a las que éste podría enfrentarse.

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Una "situación de hostigamiento" de la que también responsabiliza a los otros tres acusados, "personas de confianza" de Rubiales que accedieron a sus cargos "bajo su mandato" y cuya "privilegiada situación en la RFEF" dependía de la "suerte" que éste corriera.