Vídeo: EFE | Foto:Telemadrid
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El caos que se vivió en la final de la Eurocopa en Wembley hace menos de un año se repitió este sábado en las puertas del Stade de France. Robos a aficionados, saltos de vallas, agresiones y una alarmante falta de seguridad y control llevaron al retraso de la final de la Liga de Campeones, algo inédito en el fútbol moderno.

Aficionados sin entrada intentan acceder al estadio en la final de la Champions | Europa Press

Miles de aficionados entraron en tromba al campo de Saint Dennis para intentar burlar la seguridad y aprovecharse de las endebles defensas francesas, que no pudieron parar a la marabunta que atacó las puertas.

Una imagen que recordó mucho a la vivida en la Eurocopa el año pasado, cuando un centenar de aficionados consiguió colarse por las entradas para minusválidos de Wembley, en el mayor caos organizativo que ha vivido la UEFA.

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Botellas rotas, cristales, alcohol, drogas y un botellón que recordó a una batalla campal empañó la final entre Italia e Inglaterra, que terminó con 90 detenidos, pero ni eso sirvió para que el encuentro se retrasara.

Esta vez, el desastre llegó a cotas mayores, con aficionados esperando más de dos horas en las colas de Saint Dennis, con tapones de personas en el metro más cercano al estadio y con imágenes de aficionados saltando vallas y agrediendo al personal de seguridad.

A escasos minutos para el comienzo del encuentro, a la hora programada (21:00 hora local), el fondo del Liverpool presentaba muchos huecos. Llamativo fue el cántico del You'll Never Walk Alone, que no contó ni con el 50 % de las gargantas que le tendrían que haber acompañado.

El caos también afectó a los equipos, que se retiraron del calentamiento a 20 minutos de las 21:00 y tuvieron que saltar al campo por segunda vez, para volver a realizar los ejercicios previos al encuentro.

Gritos de "fuera, fuera" de la afición madridista

La afición del Real Madrid respondió a los anuncios de retraso en los videomarcadores con cánticos de "fuera, fuera".

En total, se calcula que han viajado a París entre 50.000 y 60.000 aficionados del Liverpool, la mayoría de ellos sin entrada, porque de las 20.000 que recibió el equipo inglés, este repartió para sus fans unas 16.000. La capacidad total del Stade de France es cercana a las 80.000 localidades y la última final de la Champions que albergó fue en 2006, cuando el Barcelona venció al Arsenal por 2-1.

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A raíz del escándalo de la final de la Euro, la seguridad de Wembley se ha mejorado, con varios cordones policiales y con la prohibición de beber alcohol en los aledaños del estadio.

La policía ha tenido que usar gas pimienta contra los hichas del Liverpool que han intentado entrar ilegalmente en la final de la Champions.