Mikel Landa (Movistar) se impuso este sábado al esprint en la cuarta etapa de la prueba de ciclismo italiana Tirreno-Adriático, de 219 kilómetros, de Foligno a Sassotetto, en la que el italiano Damiano Caruso (BMC) se vistió el jersey azul de líder.
Landa se despegó en la intensa subida final a Sassonetto, de 11,8 kilómetros con pendientes que alcanzaban el 13 por ciento, y triunfó en 6 horas, 22 minutos y 13 segundos, por delante del polaco Rafal Majka (Bora) y del neozelandés George Bennett (Lotto).
La victoria del corredor vasco del equipo Movistar le permitió alcanzar la tercera plaza en la clasificación general, a veinte segundos del nuevo líder, Caruso. El segundo clasificado es el holandés Wilco Kelderman (Lotto).
"ME DA CONFIANZA"
Landa señaló que "el primer triunfo con un nuevo equipo siempre da confianza" y aseguró que peleará por el triunfo hasta el final.
"La primera victoria con un equipo nuevo siempre te da más confianza. Y en este caso es todavía más especial por ser aquí, en casa de mi amigo Michele Scarponi. El gesto al cielo era para él. Siempre está con nosotros y siempre le recordaremos. ¿La general? Habrá que pelear hasta el final, pero de momento vamos a pensar día a día", dijo.
Se trata de la primera victoria del ciclista alavés con el maillot del Movistar, hecho siempre especial. "Esta victoria me confirma que voy por el buen camino. Ya sabía que estaba en buena condición, pero siempre es importante conseguir un éxito como este, tan pronto, eso siempre ayuda para que todo vaya mejor".
El jefe de filas del Movistar destacó la labor del equipo durante toda la etapa. "El equipo ha estado fenomenal y hemos demostrado que tenemos un bloque muy fuerte. Nos han arropado a Rosón y a mi durante todo el día hasta la subida final. Allí sabíamos que se iba a mover gente de lejos, pero queríamos dejar a otros equipos trabajar un poco más porque era un puerto largo y arrancar desde abajo podía ser un suicidio", señaló.