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Laura Navas es una de las grandes protagonistas de Madrid se Mueve. Con tan solo cuatro meses le diagnosticaron fibrosis quística, enfermedad que no consiguió que dejase de realizar deporte durante los primeros años de su vida.

La vida de Laura ha estado ligada al deporte desde su más tierna infancia. Salvador Navas, padre de Laura, asegura que "de pequeña era muy ágil, muy inquieta y muy deportista. No paraba". Hecho que le llevó a realizar judo, baloncesto, tenis y gimnasia artística, hasta que la enfermedad hizo acto de presencia.

A los 18 años, debido al carácter degenerativo de la mencionada enfermedad, la capacidad pulmonar de Laura empeoró, dando lugar a que tuviese que disminuir el tiempo dedicado al deporte, y en concreto al tenis: "como no podia jugar de vez en cuando me escapaba a jugar con la mochila del oxígeno porque tenía mono", asegura nuestra protagonista.

El empeoramiento de la capacidad pulmonar supuso un gran cambio en la vida de Laura, quien echaba de menos "tener una vida normal", vida que pudo recuperar gracias al transplante.

"Un día me llamaron y fui corriendo para el hospital sin preparar maleta", asegura Laura acerca del día que le avisaron para la realización del transplante. "Me levante súper contento. Mi madre habia fallecido hacía unos años y yo juraría que la oí hablar por la noche en sueños y me dijo 'no te preocupes que todo va a salir bien'", recuerda Salvador Navas.

Y tenían razón los sueños del padre de nuestra protagonista, todo salió bien y gracias al transplante todo volvió a la normalidad para Laura, que consiguió volver a dedicar su vida a lo que más le gusta: el deporte.