2-3. El Leganés se despide de la Copa tras hacer sufrir a la Real Sociedad

La Real Sociedad selló el pase a los octavos de final de la Copa del Rey tras imponerse al Leganés por 2-3 en un duelo que se le complicó en la segunda parte después de dar la sensación de tenerlo sentenciado al intermedio.

Volvían los madrileños a verse las caras con su pasado reciente más glorioso, en el que los rivales de la máxima categoría visitaban cada fin de semana Butarque. Pero el contexto era diferente, con la Copa del Rey de telón de fondo y ellos un escalón por debajo del rival.

Esa diferencia exigía a los locales salir muy concentrados para no cometer errores. Pero el guion se les emborronó en la primera página. Una falta lejana puesta al corazón del área la interceptó el cuadro vasco para buscar en largo a Isak, aprovechando el desorden defensivo. El resto fue mérito del sueco, que, con sangre fría, definió con un toque sutil pese a estar escorado.

El gol dio tranquilidad a los de Imanol Alguacil, conscientes de que al contrario le tocaba mover ficha. Y así sucedió. El revés animó a los leganenses a dar un paso hacia adelante, asumiendo riesgos con ello.

Ese empuje no estuvo acompañado de acierto, pero facilitó las transiciones ofensivas de la Real Sociedad y su juego frenético al borde del área. Olasagasti obligó a una buena intervención de Iván Villar, aunque más decisivo fue incluso el arquero en un mano a mano con Isak.

Al final, de las amenazas se pasó a los hechos y, tras un fallo en la salida de Eraso, Oyarzabal puso la rúbrica a un balón en profundidad justo antes del descanso.

La segunda mitad empezó como terminó la primera, con los visitantes teniendo la situación controlada. Pese a ello, fue el Leganés de menos a más, buscando un tanto que inquietase. Lo consiguió Juan Muñoz, cabeceando en el segundo palo un centro excelente de Randjelovic.

Necesitaba otro más el anfitrión para seguir vivo y llegó acto seguido, de nuevo por medio de Juan Muñoz, quien bailó en la frontal del área antes de marcar con un tiro seco y raso. Del 0-2 se había pasado al 2-2, con un equipo muy motivado que volvía a creer.

La esperanza del Leganés se apagó pronto, ya que en el siguiente ataque del conjunto de San Sebastián, Rubio derribó a Oyarzabal dentro del área. Asumió este último la responsabilidad del penalti para poner otra vez por delante a los suyos.

No se dejó asustar más la Real Sociedad, que volvió a mostrar su versión más sólida para cerrar el choque con ayuda, eso sí, de una parada salvadora de Ryan en el último aliento.