La selección de Perú jugará este viernes ante Nueva Zelanda el partido de ida de la repesca del Mundial de Rusia 2018 con el delicado reto de demostrar que puede clasificarse para la Copa del Mundo sin Paolo Guerrero, su capitán, líder y hombre más determinante. El país vive unos días de ilusión colectiva y se espera vender hasta 3 millones de camisetas
El equipo dirigido por el argentino Ricardo Gareca tiene la misión de asegurarse la quinta participación de su historia en una Copa del Mundo y romper así con 35 años de ausencia en las citas mundialistas, tras su última aparición en España 1982. La teórica superioridad de la blanquirroja sobre el combinado océanico hace concebir esperanzas a un país que ha vivido un año convulso, entre inundaciones y huelgas educativas.
Por su parte, Nueva Zelanda pondrá en liza a su equipo de gala, pues ha podido reunir a sus mejores jugadores por primera vez en los tres años que está en su banquillo el técnico estadounidense Anthony Hudson, quien aseguró en los días previos que su equipo es inferior y ha puesto la presión de la eliminatoria sobre Perú, a la que ha tildado como clara favorita incluso sin tener a Guerrero, porque "para Perú sería un desastre nacional si no gana a Nueva Zelanda".