Luis Enrique-Zidane, apuestas valientes que garantizan espectáculo
Tanto el entrenador del Barcelona como el del Real Madrid optan por jugar al ataque
Trigésimo clásico en la Liga de Luis Enrique, con mejor saldo como técnico
Luis Enrique y Zinedine Zidane plantearán un duelo táctico que garantizará espectáculo en el Camp Nou, escenario de un duelo entre dos técnicos que no especularán con sus hombres más atrevidos para derribar a su contrincante.
Tanto el entrenador del Barcelona como el del Real Madrid, apostarán claramente por jugar al ataque arropados por una serie de hombres de contención necesarios para equilibrar todos los riesgos que tomarán con figuras sobradamente conocidas en el arte de reventar porterías.
LA MSN ANTE LA BBC
No hay duda en ninguno de los dos equipos y el duelo de las siglas será evidente. La temida y denominada MSN se enfrentará a la efectiva pero más fuera de onda BBC. Es decir, Lionel Messi, Luis Súarez y Neymar contra Karim Benzema, Gareth Bale y Cristiano Ronaldo.
Con esos seis hombres sobre el campo desde el principio, el espectáculo está garantizado. Luis Enrique y Zidane apostarán por ellos desde el inicio del choque y la propuesta táctica se adaptará a su presencia. Sin embargo, el momento de forma en el que llega cada uno de los seis es diferente.
Las cuentas son claras y favorables al Barcelona: entre Messi, Neymar y Suárez suman 107 goles entre todas las competiciones: 43 del uruguayo, 37 del argentino y 27 del brasileño. En el Real Madrid, el total entre los tres jugadores de arriba se eleva hasta las 80 dianas: 41 de Cristiano, 24 de Benzema y 15 de Bale.
NOMBRES PROPIOS
Son números muy claros favorables para el tridente azulgrana, pero, como no hace mucho dijo Messi, éstos se sostienen gracias a todo el entramado táctico y humano que monta Luis Enrique por detrás de ellos. Sin nombres como los de Busquets, Iniesta e Ivan Rakitic en el centro del campo y los de Piqué, Dani Alves, Mascherano y Jordi Alba en defensa, es posible que la maquinaria culé no estuviera tan bien engrasada.
Precisamente, una de esas piezas del 4-3-3 del Barcelona que podría no estar es la de Jordi Alba. El lateral izquierdo será duda hasta el último momento por un esguince de tobillo. Puede que la alineación perfecta de Luis Enrique se rompa por la ausencia de Alba, pero el resto, incluido el portero Claudio Bravo, estará presente.
En el Real Madrid hay más dudas. Mientras que su máximo rival parece tener todo clarísimo, en la casa blanca, aunque viven felices por Valdebebas porque no hay lesionados en una temporada llena de incidentes relacionados con la enfermería, los puestos no tienen un dueño claro.
A lo largo del curso las referencias han sido distintas. Mientras no estuvieron Bale y Benzema por lesión, James Rodríguez e Isco Alarcón se fueron turnando en el once inicial. Ahora que están los dos y que Zidane tiene clarísimo que jugará con ellos, es muy posible que el francés mantenga su apuesta por un nombre que gustó mucho a Rafael Benítez y que poco a poco fue desapareciendo hasta resurgir de nuevo: Casemiro.
EL CENTRO DEL CAMPO BLANCO
Casemiro formará parte del centro del campo junto a Toni Kroos y Luka Modric. Será el 4-3-3 particular del Real Madrid, salvo que Zidane quiera más riesgo y prescinda del brasileño para acomodar a Isco o a James. Pero, si no hay sorpresas, ese será el planteamiento del francés en su primer clásico desde el banquillo. Benítez en la ida colocó a James Rodríguez y sentó a Isco y a Casemiro. El resultado dejó grogui al Real Madrid: 0-4.
Esa apuesta del entrenador español fue aplaudida antes de la goleada. La presencia de Casemiro no gustaba a un sector del madridismo, que pedía más jugadores imaginativos. La puesta en escena blanca con el medio sudamericano en el once, señaló en ocasiones a Benítez, muy criticado por apostar de vez en cuando por el brasileño.
Sin embargo, al final parece que el tiempo le ha dado la razón al actual entrenador del Newcastle. Por lo menos, en ese aspecto. Con Casemiro en el campo en la era Zidane, el Real Madrid ha recuperado ese equilibrio que siempre pidió Ancelotti una y otra vez. Y, en el Camp Nou, no es descabellado que vuelva a jugar desde el inicio como lo ha hecho en los últimos cinco partidos (Levante, Celta, Roma, Las Palmas y Sevilla).
Pero con Casemiro o sin él, el Barcelona-Real Madrid estará marcado por el espectáculo. La libertad de movimiento y el intercambio de posiciones entre los seis jugadores que forman las siglas tan citadas, junto con el gol, el desequilibrio individual y una catarata interminable de fantasía, provocará un espectáculo imprescindible para todo buen aficionado al fútbol.
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