El Real Madrid parece claro favorito ante el Darussafaka turco, pero no se fía lo más mínimo de un equipo atípico en Europa "por su gran juego exterior", hecho a golpe de talonario y entrenado por un exNBA como David Blatt. El Madrid se ganó después de treinta jornadas el derecho a tener el factor campo a favor y el de enfrentarse con el peor clasificado de los ocho mejores de la competición.
Sin ser ninguna garantía de nada, parece claro que el Madrid atesora más méritos para llegar a la Final a Cuatro de Estambul, pero tendrá que demostrarlo ahora, comenzando con el partido de este miércoles en Madrid.
UN EQUIPO QUE JUEGA ABIERTO
El Darussafaka es "un equipo atípico", en palabras del entrenador del Real Madrid, Pablo Laso. "Son capaces de jugar sin pívots y nunca se van del partido. Sea cual sea la ventaja que consigas, siempre tienes la sensación de que pueden volver", añadió el técnico en la previa.
Son un equipo, el turco, que juega abierto, que les gusta el uno contra uno para aprovechar su capacidad atlética y que no se arrugan ante nadie. De hecho en el partido de ida en Estambul, el Madrid perdió por 81-68, con una de las anotaciones más bajas de la temporada y después de 8 minutos, entre el final del segundo cuarto y el inicio del tercero, sin anotar un solo punto.
QUINTO PLAYOFF
El Madrid tiene experiencia, será su quinto playoff en los últimos cinco años, calidad y ganas. Y ya ha demostrado que sabe jugar los partidos importantes en los momentos importantes. Antes de la Copa del Rey el Madrid llegó con 11 victorias consecutivas y ahora acumula 8. Sigue sin ser garantía de nada, pero los aficionados están todo lo tranquilos y seguros que se puede estar en estos casos.
En el partido de vuelta, en Madrid, Sergio Llull dinamitó el encuentro con un primer cuarto para enmarcar con 5 de 6 triples, que noquearon al equipo turco. Esta victoria significó la clasificación matemática para los cruces de cuartos de final. Ahora, el Darussafaka vuelve a ser el camino para un objetivo mayor, para la Final a Cuatro de Estambul. Pero el Madrid no se fía.