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El Real Madrid dispone de dos opciones para hacerse con el título de Liga, que se le resiste desde la temporada 2006-07, y confía en hacerlo en el primer asalto directo de que dispone, mañana domingo en el Palau, confiando en que vuelvan los triples y que algunos jugadores eleven sus prestaciones.

Con Jaycee Carroll 'ausente' en los tres partidos que se llevan disputados y con Rudy Fernández negado desde el triple (0 de 13 en la serie final), el Real Madrid ha tenido que echar mano de la defensa y del capitán, Felipe Reyes, para llegar a la posición de privilegio en la que se encuentra.

Hay varias consecuencias que se pueden entresacar de los tres partidos disputados hasta el momento. La primera es que, con los cinco iniciales en pista, ambos equipos se anulan a la perfección, las defensas pueden a los ataques y la puntuación queda muy disminuida, lo que, en principio, favorece al Barcelona.

La segunda es que el Madrid tiene más rotación, más opciones y que es superior a un Barcelona que no encuentra ayuda para Juan Carlos Navarro, en uno de sus mejores momentos físicos de la temporada.

Carroll no se reconoce a sí mismo. El Barcelona le está defendiendo muy bien y ni siquiera puede lanzar a canasta. El mismo caso de Navarro y la defensa madridista, aunque la 'Bomba' siempre encuentra el momento para explosionar.

Rudy no está tirando bien y lo sabe, pero está ayudando al equipo con penetraciones, defensa y rebotes. Nikola Mirotic tampoco estaba haciendo una serie para enmarcar, pero en los últimos minutos del tercer partido expió esos pecados de juventud apareciendo en los momentos de la verdad.

Sergio Rodríguez también parece acusar el tiro fallado en el segundo partido, que pudo haber significado el 2-0. En el Palau lo intentó en varias ocasiones, pero con idéntico resultado.

Así las cosas, el Real Madrid está viviendo de un Reyes imperial, de un Sergio Llull que aparece y desaparece, y de un trabajo abnegado y sufrido por parte de Mirza Begic, que parece tenerle cogido el punto a Ante Tomic, y de Marcus Slaughter, cuya movilidad es fundamental cuando el equipo pasa a defender en zona.

La aportación de Tremmell Darden también ha sido importante en momentos muy determinados.

La presión del Barcelona, que jugará el domingo sin red, y la 'tranquilidad' de un Real Madrid que tiene dos opciones para hacerse con el título, pueden ser fundamentales.