El Real Madrid viaja a Barcelona, para disputar los dos primeros partidos del playoff final de la Liga, con el claro objetivo de buscar una victoria en el Palau que le permita acechar el título en casa. Por quinto año consecutivo, Madrid y Barcelona, Barcelona y Madrid, vuelven a medir sus fuerzas al mejor de cinco partidos con el título de por medio.
Con tantos antecedentes se puede escudriñar y resaltar casi cualquier posible circunstancia a producirse, con ventajas de campo a favor y en contra y con series cortas y largas.
DEFENSA FRENTE ATAQUE
Sólo el pasado más inmediato puede tener alguna influencia y no precisamente el 3-0 del Real Madrid de la temporada pasada en la final. Tampoco el 3-1 del Barcelona en la presente campaña, con victorias de cada uno en casa del rival en Liga y una doble victoria del Barça en el Top 16 de la Euroliga.
Si puede tener influencia, por el contrario, el hecho de que el Barcelona sólo haya ganado una Supercopa en dos temporadas, mientras que el Madrid lo ganara todo la pasada campaña y en esta ya haya conseguido la Copa del Rey. Los azulgranas parecen más presionados y necesitados de tocar título, mientras que el Madrid parece más acostumbrado a luchar con la presión y más certero a la hora de preparar partidos difíciles y trascendentales.
Dicho esto, lo cierto es que dos superequipos se van a enfrentar. Los dos tienen de todo en elevadas dosis, tiro, rebote, velocidad, pase, defensa, bombarderos de larga distancia, inteligencia, imaginación, fuerza, baloncesto en una palabra.
EL TÍTULO ESTÁ EN JUEGO
El Madrid siempre ha tenido claro que la fluidez de su baloncesto en ataque proviene de una buena defensa, lo que se ha confirmado una vez más esta temporada. Otra cosa es que le queden fuerzas, tras una larguísima temporada, para poder llevar a efecto esto en las dos mitades de la pista de juego.
En ataque el equipo blanco parece tener menos problemas habitualmente gracias al enorme talento de los Sergios, Llull y Rodríguez, Jaycee Carroll, Rudy Fernández o de Andrés Nocioni, Felipe Reyes, Trey Thompkins o Gustavo Ayón.
Sólo es cuestión de buscar y rebuscar hasta dar con un par de fuentes de puntos fiables y continuas. A partir de ese momento el equipo se relaja y surte de balones a los más inspirados. Es lo que tiene haber mantenido un bloque durante años, que todos saben lo que hay que hacer en cada momento.
Otra de las claves de cada partido de la eliminatoria será evitar un parcial importante del rival. Cualquier ventaja de más de diez puntos se convierte en un muro difícil de superar. El título está en juego y los seguros vencedores serán los aficionados al baloncesto de alto nivel.
