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Los focos del circuito de Losail abrirán a partir de este jueves el Mundial de Motociclismo, un campeonato que se presenta nuevamente apasionante en la categoría de MotoGP, donde el español Marc Márquez (Repsol Honda) defenderá su sorprendente título del año pasado ante una nómina de rivales encabezados por sus compatriotas Jorge Lorenzo (Yamaha) y Dani Pedrosa (Repsol Honda).

El pasado año, el de Cervera daba el salto a la categoría reina y, por su condición de rookie, enviaba el mensaje de forma continua de que era un año de aprendizaje. Sin embargo, desde el principio, el ilerdense se codeó en los primeros puestos y luego las caídas de Lorenzo y Pedrosa le dejaron en una situación franca para proclamarse campeón del mundo, el más joven en hacerlo con 20 años y 266 días y el primer novato en conseguirlo en la máxima cilindrada desde Kenny Roberts en 1978.

SIN FACTOR SORPRESA

Pero el panorama es diferente ahora. Ya sin ese factor sorpresa, el triple campeón del mundo sabe que será el rival a batir en un campeonato que se presenta más abierto, en principio con la novedad de las Open, y con el balear y el de Castellar del Vallés, con los que mantuvo polémicas en 2013, como teóricamente los mejores colocados para pelearle el trono, y con Valentino Rossi (Yamaha) intentando reverdecer viejos laureles.

De todos modos, las cosas no han empezado del todo bien para Márquez. El piloto del Repsol Honda sufrió a finales de febrero una inoportuna caída haciendo una de sus especialidades favoritas, el dirt-track, y se fracturó el peroné, por lo que apenas ha podido hacer pretemporada, aunque se ha recuperado a tiempo para llegar al estreno en Catar.

El catalán asegura que no está "al cien por cien" y que el objetivo es coger el mayor número de puntos posibles, pero sus rivales no se fiarán de sus palabras y en la retina tendrán su presencia en los únicos tests de pretemporada que pudo realizar, los primeros en Sepang, donde se mostró inalcanzable para todos.

Además, Márquez afrontará nuevos retos este año como intentar ser el primero en encadenar dos coronas consecutivas en MotoGP, algo que no se logra desde que lo hiciese Il Dottore en 2008 y 2009, y defender por primera vez un título ya que cuando logró los de 125cc en 2010 y el de Moto2 en 2012, siempre ascendió en la temporada siguiente.

LORENZO SE PERFILA COMO EL PRINCIPAL RIVAL

Enfrente, Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa quieren intentar frenar al joven talento de Cervera, que la pasada campaña les dio tantos quebraderos de cabeza le dio al balear y a su compañero en el Repsol Honda.

La pretemporada de ambos ha sido dispar, pero su experiencia y el potencial de sus monturas les sitúan a ambos en primera línea para pugnar con el actual campeón del mundo. Lorenzo espera que los neumáticos Bridgestone no le lastren después de sufrir mucho en las dos tandas de tests disputados en Sepang, donde se quedó siempre lejos del de Cervera, aunque dominó en Phillip Island, en unas condiciones menos abrasivas para las gomas.

El de Yamaha demostró el año pasado su carácter irreductible, llevando hasta Valencia la decisión de un campeonato, donde se dejó muchas de sus opciones en su dura caída en Assen (Holanda), y ahora quiere aprovechar que el estado físico de Márquez no sea el mejor para tomar la delantera. Su condición de campeón del mundo le sitúa como el principal rival para Márquez.

Por su parte, Pedrosa, uno de los más veteranos en la categoría, también quiere su porción de favoritismo en su octava temporada en la categoría 'reina' y volver a pugnar por un título que se le resiste, por lo que deberá tratar de evitar los infortunios que le suelen acompañar, como el año pasado cuando se cayó en Sachsenring.

El piloto catalán lideró en Sepang junto a Rossi en la segunda visita, pero su crono (1:59.999) no se acercó demasiado al del ilerdense, y en Australia no pudo con el dominio de la M1 de Lorenzo. De su calidad todo se puede esperar, aunque debe mejorar en el cuerpo a cuerpo, donde menos cómodo se mueve.

El Mundial de 2014 será también un reto para Valentino Rossi. El nueve veces campeón del mundo no saborea la corona desde 2009 y, tras su negativo paso por Ducati, la vuelta a Yamaha le hizo estar arriba, pero demasiado a la sombra del trío español.

El más veterano de la categoría (35 años) fue el que más cerca se quedó de Márquez en Sepang, lo que invita al optimismo de que pueda optar más a un podio, que sólo tocó el año pasado en cuatro ocasiones, aunque una de ellas fue en lo más alto (Assen).

LOS ESPARGARÓ Y BAUTISTA QUIEREN SU PROTAGONISMO

Estos cuatro pilotos intentarán copar todo el protagonismo en un Mundial que presenta novedades con la introducción de la categoría Open, cuyos inscritos poseen más combustible y más motores para usar, además de poder evolucionarlos. El objetivo, además del ajuste económico, está el de acercar al resto de monturas a las cuatro oficiales, aunque estas siguen un peldaño por encima.

En cambio, las nuevas sí han recortado la diferencia con las satélite, encabezadas por Aleix Espargaró (FTR Yamaha), que ha firmado una gran pretemporada, firmando buenos tiempos y codeándose con los mejores, y que cerró su puesta a punto como el mejor en los tests de Losail.

El mayor de los Espargaró ha superado a su hermano Pol, que debuta en la categoría reina tras proclamarse campeón del mundo de Moto2 y que tratará de estar en los puestos altos en su debut. Además, se mantiene otro veterano ya de MotoGP como Álvaro Bautista (Honda), en busca de ser regular y de pelear por un reñido top 5.

Otra de las incógnitas será ver a las Desmosedici oficiales de Ducati, que ha decidido cambiar de la opción de Factory a la de Open para poder desarrollar su motor. Con dos pilotos consolidados como Cal Crutchlow, otro de los que subió al podio el año pasado, y Andrea Dovizioso, quiere volver a brillar tras tres años grises.