Messi-Yamal, el baño de los dioses y la foto que no tiene precio
Messi y Lamine Yamal coincidieron en el espacio y en el tiempo hace diecisiete años
"No hay dinero que pague una foto como esa", comenta Joan Monfort (Barcelona, 1968), el autor de una foto icónica en la que comparten escenario un joven Leo Messi y un bebé Lamine Yamal, una instantánea de 2007 y que ahora ha dado la vuelta al mundo.
"Además no sé si conseguiría hacerla, ni si es algo que se podría comprar con dinero. En estos días me han llamado 40, 50 medios, no lo sé", asegura Monfort desde su domicilio en el distrito 22 barcelonés.
Ha atendido desde la BBC a AP, la foto la ha publicado el New York Times y ha recibido mensajes desde Bélgica, Alemania o Egipto. Le han llamado emisoras de radio de Argentina, Colombia y México, televisiones de Estados Unidos. "De lo aparecido en redes sociales, mejor ni hablar", indica.
Y todo empezó con una publicación que Mounir Nasraoui, padre de Lamine Yamal, compartió hace unos días en Instagram en la que podría verse a un sonriente bebé disfrutando de un baño de espuma en un pequeño barreño junto con la madre de éste, su esposa Sheila Ebana, y un joven Leo Messi. Una imagen de 2007 que fue incluida en un calendario solidario.
Y a partir de ese momento, la imagen se viralizó. Messi y Lamine Yamal coincidieron en el espacio y en el tiempo hace diecisiete años, pero solo los padres del joven jugador del Barça conocían el dato y no lo habían compartido con nadie.
Ha sido un guiño del azar o el destino, un toque de casualidad o de la suerte que ha llevado a hacer coincidir a los dos grandes genios del fútbol en una imagen, uno en el final de su carrera, el otro en el inicio de la misma, pero ambos sueñan con ser protagonistas este domingo en dos de las finales más emblemáticas del mundo del fútbol: el argentino en la final de la Copa América; el español en la final de la Eurocopa.
Hasta ese momento, y no hace tanto, Monfort desconocía la identidad del bebé. Un antiguo compañero del diario Sport, que promovía el calendario, le hizo ver la casualidad y desde ese momento, el teléfono de Monfort no ha dejado de sonar.
"Eran fotos para un calendario solidario en el cual participan todos los jugadores del Barcelona, en una de ellas participa Messi, que hace diecisiete años no era ni mucho menos el jugador superconocido que es, un calendario con la participación de UNICEF", recuerda.
Se hizo un sorteo en el popular barrio de Rocafonda (Mataró) buscando bebés para unas fotos. "La casualidad los unió, la foto podría haber sido con otro jugador, pero fue con Leo. Seguramente si la familia del bebé hubiera podido escoger, la foto hubiera sido con Ronaldinho, con Xavi o con Iniesta", insiste.
Recuerda cómo ideó la foto, que no era de estudio. El fondo granate, las luces para iluminar el espacio, quería acotar la escena para tenerlo todo más o menos controlado.
"Hay un momento que aparece Messi y se encuentra con un bebé. Messi tendría 20 años, el bebé, ocho meses. Seguramente era el primer bebé que Leo había tenido en sus brazos y claro, la interacción entre ambos fue complicada", añade.
Piensa en la escena y recuerda que en un primer momento Messi estaba "muy rígido" y no sabía ni como sostener al bebé. "Es una situación normal cuando haces fotos con bebés, son instantáneas muy complicadas, doblemente complicadas y más si tienes un tiempo limitado", insiste.
Al final, su táctica es cruzar los dedos para que se produzca alguna interacción entre ambos y que el bebé regale una sonrisa para que pueda ser captada con la cámara, añade el fotógrafo.
Monfort comenta que por suerte la madre de Lamine estaba allí. "Quería hacer una foto en una bañerita para bebés y bueno todo aquello empezó a fluir un poco más, pero al principio fue complicado", agregó.
Pese a que la foto se hizo en octubre o en noviembre, el fotógrafo recuerda que no paraba de sudar: "Hacía frío y yo estaba sudando la gota gorda. Pero bueno es parte de nuestro trabajo, al final estás pendiente de muchas cosas y te olvidas de otras".
En toda su extensa carrera como fotógrafo, la foto más icónica que ha firmado ha sido ésta, una instantánea fruto de la casualidad.
"Siempre te preguntan qué foto te gusta más o cual es la mejor foto que hemos hecho. Y siempre dices que la mejor foto, aún no la he hecho, pero en mi caso, creo que sí", admite.
Aquella foto de la que ahora se cumplen diecisiete años. "Será una foto que perdurará, pero bueno el tiempo lo dirá, ya lo veremos. ¿Si me imagino una foto de Lamine con un bebé y que después éste se convirtiera en una estrella mundial? Eso es imposible, pero claro, también pienso que lo que pasó también lo era y mira", destaca.
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