El frío y el horario intempestivo del partido disputado ante el Elche no ayudaron para que el aficionado azulgrana se manifestara sobre la convulsa situación por la que pasa el club, si bien los 27.099 valientes que asistieron en el Camp Nou certificaron por enésima vez quién es el líder de la institución: Leo Messi.
En una semana marcada por el maremoto institucional y deportivo provocado por el anuncio de convocatoria de elecciones y los rumores sobre un posible distanciamiento entre el astro argentino y Luis Enrique, el Camp Nou ensayó con vistas al plebiscito previsto para el duelo del próximo domingo ante el Atlético de Madrid.
MESSI, 1 - LUIS ENRIQUE, 0
Y el vencedor, como casi siempre, fue el Leo Messi. Y esta vez no solo por su actuación -1 tanto y 1 asistencia-, sino también por el respaldo recibido por la afición, menos generosa con el técnico asturiano, que llegó a ser silbado cuando una parte del gol sur coreó su nombre.
Venció holgadamente el Barcelona (5-0), que encarriló su pase a los cuartos de final de la Copa del Rey, si bien el clima en el denominado entorno azulgrana recuerda al vivido hace más de una década, con dudas en el césped y turbulencias en el palco.
Pese a la derrota ante la Real Sociedad, los tambores de guerra en el vestuario, la destitución de Andoni Zubizarreta como director deportivo y el anuncio de elecciones por parte de Josep Maria Bartomeu ayer mismo, el Camp Nou prefirió esperar a dar su veredicto con vistas al decisivo duelo del próximo domingo ante el Atlético de Madrid.
Sí que se mojó, en cambio, el Camp Nou cuando se vio obligado a corear el nombre del entrenador del primer equipo. Como viene siendo habitual esta temporada, el gol sur del estadio azulgrana, donde se alojan parte de los grupos de animación del club, dedicó cánticos de apoyo a Luis Enrique en dos ocasiones (minuto 37 y minuto 80).
Y por primera vez, el estadio reaccionó con silbidos más o menos generalizados en contra del asturiano, que terminaron cuando los aficionados, esta vez sí, se pusieron de acuerdo para corear al unísono el nombre de Messi. Los decibelios aumentaron cuando el máximo goleador de la historia del club azulgrana anotaba, de penalti, el tercer tanto del partido al filo del descanso.
Pitaba Fernando Borbalán el camino a los vestuarios y el aficionado azulgrana se quedaba en su asiento para corear de nuevo el nombre del argentino, mientras que el 10 dedicaba un enigmática reverencia tras el tanto.
En una semana en la que los rumores sobre una eventual salida al termino de la temporada se han multiplicado debido, en parte, a los rumores sobre una mala relación con su entrenador, el delantero rosarino ha recibido el cariño de un Camp Nou que aún no se ha manifestado sobre la situación en el palco.
Sin pañuelos (de momento) en la grada, el aficionado azulgrana parece tener claro quién es el amo y señor de una institución en horas bajas. El domingo, sin embargo, Bartomeu y Luis Enrique se enfrentan a la verdadera prueba de fuego. Si ante el campeón de Liga el balón no entra, el plebiscito puede ser amargo para ellos.