El keniano Moses Arusei, el atleta con mejor marca personal de los 10.500 que tomaron la salida en el maratón de Madrid, se convirtió en el primer corredor que baja de las 2h11 en la carrera madrileña al establecer una nueva marca con 2:10.58, relegando al segundo puesto a su compatriota Thompson Cherogony, vencedor el año pasado.
En categoría femenina revalidó su victoria la etíope Girma Tadesse con un registro de 2h35:28, tras batir en los últimos metros a su compatriota Woldegebriel Teamu, debutante en la distancia.
Vencedor el año pasado con la mejor marca en la historia de la carrera madrileña (2h11:27), Cherogony se entregó en el último kilómetro ante el ataque de Arusei en el punto más duro, a dos kilómetros del final, en la cuesta arriba que conduce al parque del Retiro, donde estaba situada la meta.
Kenia copó el podio masculino con Arusei (que partía con la mejor marca de todos, 2h06:50), Cherogony, y Francis Kiprop. "La carrera de Madrid es buena, pero la segunda mitad tiene muchas cuestas y es dura", comentó el vencedor.
El madrileño Oscar Sánchez Pérez, primer español en cruzar la meta, invirtió un tiempo de 2h29:23.
Más de 16.000 corredores (10.600 en el maratón y 5.400 en la carrera de 10 kilómetros) inundaron el centro de Madrid en una mañana soleada del Domingo de Ramos. El termómetro marcaba 10 grados grados a las 9.00 en la salida y sólo había subido hasta los 12 a la hora en que el vencedor llegó a la meta.
El calor quedó para los corredores populares, los que tardan más de tres horas en cubrir el trayecto de 42,195 kilómetros cuyo tramo más duro es, precisamente, el último. La subida desde la Casa de Campo hasta el parque del Retiro, y en general el perfil accidentado, dificulta la consecución de grandes marcas en Madrid.
Moses Arusei, como atleta de mejor marca entre los participantes (2h06:50), partía con la responsabilidad del favorito.
Las liebres tenían instrucciones de pasar el medio maratón en 1h04:15 con el plan de batir el récord de la prueba, establecido el año pasado por Cherogony con 2h11.27.
La primera "liebre", James Moiben, keniano afincado en España, pasó los primeros 5 km. en 15:46, un ritmo cómodo, al frente de una docena de corredores.
A la salida de la Casa de Campo, en el km. 35, un cuarteto formaba la cabeza de carrera: Arusei, Cherogony, Francis Kibiwot y David Toniok Cherono. El ritmo permitía esperar que cayera el récord de la carrera madrileña porque marchaban con un margen de 30 segundos.
Arusei, debutante en Madrid, y Cherogony se jugaron el triunfo en un mano a mano a partir del km.38. Arusei pegó un tirón en el 39, ya junto a la verja del Retiro, y se fue sin oposición camino de la victoria.
La carrera femenina se resolvió al esprint. Cuatro africanas habían llegado juntas las el mismo Paseo de Coches del Retiro. Las más rápidas fueron Girma Tadesse y Teamu, que disputaron un emocionante esprint.
La prueba de 10 km, estrenada en 2010 con la victoria del etíope Haile Gebreselassie, plusmarquista mundial de maratón, coincidió con la carrera larga los tres primeros kilómetros, a partir de la salida en el paseo de Recoletos, y tomó su propio rumbo al paso por el estadio Santiago Bernabeu.
A falta de "Gebre", la victoria fue para el keniano Joseph Kipkosgei, seguido del maratonista español Rafael Iglesias, que prepara el campeonato de España de Medio maratón. "Ha sido imposible seguir al keniano en la bajada", comentó el salmantino.
El estadounidense Meb Keflezighi, subcampeón olímpico en Atenas 2004, completó el podio en los 10 kilómetros.
En la XXXIV Maratón Popular de Madrid (MAPOMA) han participado finalmente 16.000 corredores, 5.500 en la carrera de los 10 Km y 10.500 en el circuito de los más de 42 Km, con salida en el Paseo de Recoletos y llegada en el Parque del Retiro.
La prueba ha durado seis horas y la meta se ha cerrado a las 15 horas.
Más de 2.800 personas, entre voluntarios y personal sanitario, han trabajado este domingo para que no existieran incidencias durante la carrera