El técnico asturiano Juan Ramón López Muñiz, que la última campaña dirigió al Alcorcón y tenía un compromiso verbal para renovar y seguir la próxima temporada, ha dejado de ser entrenador del equipo madrileño y ha fichado por el Levante, según informaron ambos equipos en sus respectivas páginas web.
Muñiz, exfutbolista de 47 años, tiene una dilatada trayectoria como entrenador en equipos como el Marbella (2006), Málaga (2006-2008 y 2009/2010) y Racing de Santander (2008/2009) y también como segundo de Juande Ramos en el Dnipro ucraniano de 2010 a 2014.
Con el Alcorcón, al que llegó la pasada campaña, finalizó séptimo la Liga Adelante, empató en la clasificación con Osasuna a 64 puntos y se quedó fuera de la promoción de ascenso por la diferencia de goles.
EL ENTRENADOR QUE VOLVIÓ A ILUSIONAR AL ALCORCÓN
En solo una temporada, el técnico asturiano Juan Ramón López Muñiz, con su carácter conciliador y un trabajo eficaz pero silencioso, devolvió al Alcorcón la ilusión por ascender y volver a jugar una promoción que se frustró en la última jornada por la diferencia de goles con el sexto clasificado.
"Muñiz es un gran entrenador y confiamos en él. Tener un entrenador de su nivel es un orgullo para nosotros y el proyecto con él es a largo plazo. Cuando vino nos tuvimos que frotar los ojos para comprobar que era realidad", dijo el presidente del Alcorcón, Ignacio Legido, el pasado 13 de abril.
Dos meses después, el proyecto de Muñiz en el Alcorcón ya es historia porque el técnico asturiano, que acababa contrato pero tenía un compromiso verbal para seguir en el equipo madrileño la próxima temporada, decidió escuchar ofertas de Rayo Vallecano y Levante y quedarse con la mejor, en este caso del conjunto valenciano.
DE JA SU IMPRONTA
Durante el tiempo que Muñiz ha pasado en Alcorcón, la impronta que ha dejado ha sido importante porque después de dos temporadas muy complicadas en las que hubo dos entrenadores (Miguel Álvarez y José Bordalás), el club estuvo a punto de descender por problemas económicos y llegó desde Bélgica como máximo accionista Roland Duchatelet, el asturiano creó estabilidad y volvió a ilusionar a nivel deportivo a la afición.
Su carácter, sereno y conciliador, no le granjeó ninguna polémica a lo largo de la temporada con la afición ni con la prensa, algo que sí ocurrió con otros técnicos que pasaron por Alcorcón como José Bordalás o Miguel Álvarez.
A nivel deportivo, el desenlace final en la última jornada fue frustrante por una séptima plaza agridulce, aunque durante la temporada hubo algunos momentos de fútbol muy brillantes que despertaron la ilusión de la afición alfarera.
Con el técnico asturiano al frente, el Alcorcón se quedó a un paso de la promoción empatado a puntos con Osasuna y fuera de la pelea por el ascenso a Primera por la diferencia de goles. El balance fue de 18 victorias, 10 empates y 14 derrotas, con 48 goles a favor y 44 en contra.
Ahora el Alcorcón deberá iniciar un nuevo proyecto deportivo con otro entrenador -el quinto en siete temporadas en Segunda- que permita al club seguir el plan trazado para subir a Primera. "La idea es subir y lo lógico sería hacerlo en un plazo de dos o tres años", dijo en una entrevista Ignacio Legido, que en los próximos días tendrá que anunciar el sustituto del técnico asturiano.