Nadal emprende su adiós tras caer con Van de Zandschulp
Nadal: "Está siendo un día muy emotivo, podría ser mi último partido profesional"
España se rinde al 'eterno' Nadal en un amargo final
Rafa Nadal cayó contra Botic van de Zandschulp que tras vencer por 6-4 y 6-4 puso a Países Bajos por delante en la eliminatoria ante España, de los cuartos de final de la Copa Davis que se disputa en el Palacio de los Deportes Jose María Martín Carpena de Málaga.
El neerlandés, que había perdido los dos enfrentamientos anteriores con el balear, ambos en el 2022, no dio opción a Nadal que no competía un encuentro individual desde finales de julio, en los Juegos Olímpicos de París 2024. Ganó en una hora y 53 minutos.
Rafa Nadal lamentó la derrota y reconoció que está siendo un "día muy emotivo porque podría ser" su último partido como profesional si su país no supera la eliminatoria en Málaga.
"Es un día emotivo. Sabía que podía ser mi ultimo partido, los momentos previos han sido difíciles de gestionar, pero he intentado hacerlo de la mejor manera posible. A veces es difícil pero no puedo agradecer lo suficiente a toda la gente que me ha ayudado siempre", dijo Nadal, en conferencia de prensa.
"No voy a decir lo siento, esto es deporte, lo he intentado y uno no puede controlar el nivel que tiene. Puede controlar la actitud, energía y determinación y eso no me ha fallado. Solo que no he encontrado el nivel necesario para competir. Quizá he estado mejor entrenando que en la competición", admitió.
La entrada en pista de Nadal fue por todo lo grande. Aplausos sin cesar, la afición coreando su nombre y el balear con ojos vidriosos y visiblemente emocionado durante el himno nacional.
La tarde prometía emociones y no defraudó. Fueron constantes los cánticos de vamos Rafa y sí se puede desde todas partes del pabellón pero no era el día de Nadal. El tenista neerlandés de 29 años, nueve menos que él, se despachó a gusto y acabó ganando el partido.
Nadal se resignó a la derrota pero antes de marcharse a los vestuarios, y con la afición entregada, se acercó al centro de la pista, abrió los brazos y agradeció a los asistentes su apoyo. También dijo adiós. Lo hizo emocionado y convertido en eterno, como le dijo algún aficionado en uno de esos silencios entre saque y saque.
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