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Rafael Nadal, número 5 del ránking mundial, ha asegurado hoy que perder ayer la final de Montecarlo ante el serbio Novak Djokovic (6-2 y 7-6) "no cambia nada" a la hora de encarar el torneo de Barcelona, donde un año más defiende título.

Nadal ha reconocido, a su llegada a la capital catalana, que ante Djokovic le faltó "un poco de todo", especialmente "un poco más de competitividad y de físico", aunque ha matizado que "eso te lo da la competición y los partidos".

Sin embargo, está convencido de que está "más que en el camino correcto", después de sumar tres victorias (Sau Paulo, Acapulco e Indian Wells) y dos finales (Viña del Mar y Montecarlo) en los cinco primeros torneos que ha disputado desde su regreso al circuito.

"Ayer no acabé ni triste ni enfadado. Competir con el jugador mas en forma del momento y tener opciones de ganar el segundo set y, si lo consigo, ganar el partido, es para estar satisfecho", ha comentado sobre su derrota ante el primer jugador mundial.

"NO PUEDO PEDIR MÁS"

Nadal ha reconocido que, lógicamente le hubiese gustado presentarse en el Godó con su noveno titulo de Montecarlo consecutivo bajo el brazo, pero que no puede pedir más después de estar más de siete meses parado por culpa de la tendinitis rotuliana que padece en la rodilla izquierda.

"Está claro que prefieres ganar y llegar aquí con un pelín de confianza extra, de tranquilidad. Pero, si me dicen hace cuatro meses que, tras volver de la lesión, hubiera jugado cinco finales seguidas, habría llorado de emoción", ha afirmado el jugador mallorquín.

Estar tantos meses lesionado le han permitido replantearse algunas cosas de su carrera, pero Rafa Nadal ha querido dejar claro que en su vuelta a las pistas se está viendo, básicamente, al mismo tenista de siempre.

"No soy suficientemente bueno para cambiar mi juego radicalmente y, si te soy sincero, tampoco he tenido mucho tiempo para entrenarme. Uno tiene su forma de jugar, aunque siempre intenta introducir cosas para ser mejor", ha comentado sobre su estilo.

Nadal debutará en la central del RCT Barcelona el próximo miércoles, ante el ganador del partido que librarán en primera ronda el español Daniel Gimeno-Traver y el argentino Carlos Berlocq.

BUSCA UNA NUEVA FINAL

Para el balear, cabeza de serie número 2 del torneo, ambos son peligrosos en tierra batida: "Berloq viene de hacer una gran Copa Davis con Argentina -perdió con Tsonga en cinco sets y ganó a Simon en el quinto punto de cuartos de final- y Gimeno-Traver es un jugador con mucho potencial, con un derecha potente y que tira golpes muy pesados".

Si se cumplen los pronósticos, disputará una nueva final ante su compatriota David Ferrer, que llega a Barcelona con el mejor ránking de su carrera (4), descansado tras no jugar Montecarlo, y con ganas de romper su maleficio en el abierto barcelonés, donde ha perdido cuatro finales -todas ante Nadal- en cinco años.

El balear firma medirse de nuevo a Ferrer, "porque significaría estar de nuevo en la final", pero por el momento, prefiere no especular sobre los posibles rivales que tendrá este año en Barcelona. "De momento, solo pienso en el entrenamiento de esta tarde", ha apostillado.

Nadal, reconocido seguidor del Real Madrid, ha valorado el emparejamiento de semifinales de la Liga de Campeones, un tema recurrente en el Godó cuando el heptacampeón de Roland Garros comparece ante la prensa.

El manacorense desea que tanto el Real Madrid como el Barcelona eliminen a Borussia Dortmund y Bayern Múnich. "Para el fútbol español sería positivo que Madrid y Barça estuvieran en la final. Ojalá que pasen los dos y nos podamos ver en Wembley".