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(Actualizado

Una victoria aplastante como antídoto para las dudas. Rafa Nadal comenzó como un huracán la conquista de su decimocuarto Roland Garros, con un triunfo brillante ante el australiano Jordan Thomson, 6-2, 6-2 y 6-2 en dos horas y dos minutos.

En su primera aparición tras los problemas en el pie izquierdo que le mermaron en el pasado torneo de Roma, Nadal no dejó entrever ninguna falla en su físico ni en su tenis en una victoria que le deja a una de las 300 en Grand Slam.

"Hay un margen importante de mejora"

La baja entidad del rival, el 82 del ránking, un tenista que se mueve por la tierra batida como un pez sobre la arena de la playa, permite sacar pocas conclusiones, pero si uno se fía de las sensaciones, el mallorquín dejó muchas y buenas sobre la pista central de París.

Pese a ello, dijo ser consciente de que "hay un margen importante de mejora", un camino que espera recorrer con trabajo, para colocarse en la mejor situación para poder ganar.

El escenario de sus 13 triunfos, el campo de batalla de su leyenda, que aplaudió ver de nuevo en momento esplendoroso al jugador que más ha dominado en el lugar en los últimos 18 años.

Ya son 106 las victorias conseguidas en el torneo y solo tres derrotas, dos de ellas ante el serbio Novak Djokovic, su verdugo el año pasado y sobre el papel su principal rival para este, con permiso del español Carlos Alcaraz, el jugador que llega con mejor balance de triunfos sobre la arcilla.