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Rafa Nadal, número uno del mundo, logró sobreponerse a los potentes servicios del estadounidense John Isner (que consiguió 22 puntos de saque directo) y se ganó el pase a semifinales del Abierto de China, tras vencer por 6-4 y 7-6(0).

Nadal sólo pudo devolver un 49 por ciento de los servicios del estadounidense, dueño del tercer saque más rápido de la historia, pero le bastó la rotura de un servicio en el primer set y una mayor fortaleza mental en el tie break del segundo para imponerse al norteamericano, que cometió numerosos errores no forzados.

El tenista balear, que no gana el torneo de Pekín desde 2005 pero ha sido finalista en otras dos ocasiones (2013 y 2015), se enfrentará ahora en semifinales al búlgaro Grigor Dimitrov, quien en la edición del año pasado fue finalista y apeó al propio Nadal en cuartos de final.

"TERMINAR EL AÑO COMO NÚMERO UNO SERÍA UN PREMIO A AÑOS COMPLICADOS"

Nadal, número uno mundial, destacó en rueda de prensa que si bien acabar en esa posición a final del año no es su mayor prioridad "sería un gran premio a tiempo de esfuerzo y sacrificio durante unos años que han sido complicados".

"En todo momento durante el año nunca ha sido mi objetivo, la meta era estar sano hasta final de temporada y competir bien todas las semanas", subrayó Nadal, quien regresó al número uno en agosto y consolidó esa posición en septiembre al vencer el Abierto de Estados Unidos, su decimosexto Grand Slam.

ANTE DIMITROV

"Claro que me haría ilusión y claro que voy a hacer lo posible, pero no significa que vaya a forzar mi calendario ni a cambiar nada", advirtió el balear, que hoy certificó el pase a semifinales del Abierto de China tras ganar al estadounidense John Isner en dos sets.

En semifinales del torneo pequinés, Nadal se enfrentará mañana sábado al búlgaro Grigor Dimitrov, finalista el pasado año aquí y que además fue verdugo del manacorí en aquellos cuartos de final.

"Es uno de los peores (jugadores) posibles", subrayó Nadal, aunque rehuyó hacer comparaciones con la situación del año pasado: "Me costó mucho jugar entonces, porque estaba con problemas en la mano", recordó el manacorí.

BAUTISTA CAE ANTE DIMITROV

Roberto Bautista, quinto cabeza de serie del Abierto de China, cayó ante el tercer favorito, el búlgaro Grigor Dimitrov, en los cuartos de final del torneo, tras un duro partido de casi dos horas y media que se resolvió en tres sets por 7-6(5), 4-6 y 6-2.

El encuentro fue muy igualado, especialmente en el primero de los sets, donde los dos jugadores se mostraron muy sólidos en el saque (llegaron a encadenar cuatro juegos en blanco) y sólo un par de errores del castellonense en el punto de desempate inclinaron la balanza del lado búlgaro.

SIN COMPLEJOS

Una dejada mal medida y un tiro pasado que salió fuera condenaron a Bautista en un set donde se había mostrado sin complejos ante Dimitrov, ganador este año de un Masters 1000, el de Cincinnati. Dimitrov, que se enfrentará en semifinales a Nadal y el estadounidense John Isner, acusó cierto bajón físico en el segundo set, lo que permitió al español romper uno de los servicios del búlgaro e igualar el encuentro.

En el tercer set, y cuando el juego superaba las dos horas, fue Bautista quien comenzó a cometer errores en su servicio, por lo que en esta tercera manga un Dimitrov recuperado hizo valer su calidad en los partidos prolongados y se impuso con claridad. Dimitrov, octavo en el ránking ATP, fue el pasado año finalista del Abierto de China, perdiendo en la final ante el británico Andy Murray. Antes había vencido a Nadal en cuartos de final.

Bautista viajará ahora a Shanghái para disputar la próxima semana el Masters 1000 que se disputa en la Perla de Oriente, un torneo del que guarda buen recuerdo después de haber sido finalista el pasado año allí y haber derrotado en semifinales al entonces número uno, el serbio Novak Djokovic.