El español Rafael Nadal, en una gran demostración de poder mental, derrotó al suizo Roger Federer por 7-5, 7-6 (3), 5-7, y 6-1 para ganar por sexta vez el torneo de Roland Garros, igualar así los seis títulos del sueco Bjorn Borg, y asegurar su puesto de número uno del mundo.
Nadal se hizo con su décimo torneo del Grand Slam en tres horas y 40 minutos, para conseguir su tercer título de la temporada (Montecarlo y Barcelona) y el 46 de su carrera.
Al ganar la final, Nadal mantendrá su puesto de número uno, y lo tiene asegurado hasta el final del tercer Grand Slam de la temporada, Wimbledon, que comienza en quince días.
No le fue fácil la victoria a Nadal, que llegó a ir perdiendo por 5-2 en el primer set, e incluso tuvo que salvar un punto de set, con su servicio, en el juego siguiente. Antes, el español había pedido la presencia del fisioterapeuta en pista para aflojarle el vendaje de su tobillo izquierdo.
El de Manacor ganó luego siete juegos consecutivos, 7-5 y 2-0, pero el partido fue interrumpido después de una hora y 55 minutos por la lluvia cuando dominaba por 7-5, 5-4 (40-40), justo después de que Rafa tuviera un punto de set.
A la vuelta, tras 13 minutos y sin calentamiento, Nadal tuvo otra oportunidad que Federer anuló, pero el español se lo apuntó luego en el desempate.
Una rotura, y en blanco además, en el sexto juego del tercer parcial pareció definir la contienda (4-2), pero Federer respondió con la misma moneda al siguiente y rompió en el undécimo de nuevo para colocarse por primera vez por delante en este set, y rematar con su servicio luego para ganar el tercer acto.
La dejada era el mejor arma para Federer que se fue hundiendo físicamente en el cuarto set, para ceder su saque en el cuarto (3-1) y sexto (5-1), con un Nadal lanzado al ataque, y que apuntilló su gran triunfo a la primera oportunidad, con una derecha larga del suizo.