Un golazo de Neymar encarriló un cómodo triunfo de Brasil sobre un débil Japón (3-0) que no ofreció mayores preocupaciones al equipo anfitrión en la inauguración de la Copa Confederaciones.
Neymar, con un trallazo al inicio de la primera parte; Paulinho, con un rápido remate al comienzo de la segunda; y Jô, en un contraataque en el descuento, liquidaron el partido para la selección brasileña, que jugó mejor que en los últimos amistosos, pero sin llegar a abrumar a su rival.
Japón estuvo acorde con su posición como equipo más flojo del Grupo A y prácticamente no incomodó a Brasil, a no ser por unos remates puntuales en los que el arquero Julio César, muy inseguro, retuvo en dos tiempos.
El partido, que estuvo envuelto en un clima de fiesta por la afición local, dejó a Brasil una preocupación por su principal figura, Neymar, que tuvo que ser sustituido por un fuerte golpe en la espalda.
Neymar tardó apenas tres minutos en poner en ventaja a Brasil, después de recibir una asistencia de pecho de Fred en la frontal del área. El nuevo jugador del Barcelona la pudo en la escuadra nipona con una brillante volea al primer toque.
El gol del flamante fichaje del Barcelona encarriló el partido para los anfitriones, que a partir de ahí, despojados de la presión del debut, se hicieron con el control del balón, aunque sin llegar a arrinconar a los nipones y con etapas en las que se atascaron en el centro del campo.
PRESIÓN BRASILEÑA
El equipo brasileño, siguiendo las órdenes del seleccionador, Luiz Felipe Scolari, se empeñó de forma concienzuda en la presión en el centro de la cancha y en la recuperación de balones.
Hulk, Paulinho y Luiz Gustavo fueron en gran parte responsables por cortar la salida de juego de Japón, un equipo demasiado bisoño que no creó apuros durante la mayoría del tiempo.
Todavía con ciertas dificultades en la transición entre ataque y defensa, al igual que en sus últimos amistosos, el juego de la Canarinha decayó en intensidad a mediados de la primera parte, lo que generó los primeros rumores de críticas desde la grada.
Puntualmente, Marcelo fue una vía para desatascar el juego de Brasil por la banda izquierda, mientras que por la derecha Brasil se sirvió de la potencia de Hulk, que dispuso de una ocasión clara poco antes del descanso, en un remate que tocó la red por el exterior.
Casi con el mismo guión de la primera parte, pero con diferentes protagonistas, Brasil anotó el segundo tanto a dos minutos después del pitido del árbitro El centrocampista del Corinthians se revolvió en el área y remató a gol un largo centro desde la banda del lateral derecho Daniel Alves.
La holgura del 2-0 le permitió a Brasil relajarse y a Neymar le dio cancha para comenzar a lucir su privilegiada habilidad en el regate. En una internada en el área, después de un eslalon, Neymar recibió un golpe en la espalda y tuvo que ser sustituido por Lucas Moura, nombre que había sido pedido con insistencia por los aficionados.
A partir de la lesión de Neymar, Brasil se contentó con mantener el resultado, especuló con el balón y dejó correr el reloj ante un Japón todavía inerme. Un rápido contragolpe liderado por Oscar le permitió a Jô anotar el tercer tanto del partido, que redondeó la goleada ya en el tiempo de descuento.