Olympiacos jugará su novena final de la Euroliga

Después de que al descanso perdiera por doce puntos de diferencia (29-41), Olympiacos le dio la vuelta a la situación con un demoledor parcial 27-2 en el tercero y cerrar el partido ante el Mónaco por 76-62, con lo que se clasifica para la final por novena ocasión en su historia.

El carácter de Sasha Vezenkov y de Kostas Papanikolau, la inteligencia de Thomas Walkup y la fortaleza interior de Mousthapa Fall permitieron a los atenienses salir adelante, después de un buen susto, ya que durante 20 minutos estuvieron contra las cuerdas.

Pero la fortaleza de este equipo radica en que es capaz de solventar el partido más complicado en cuanto sus estrellas se conectan al encuentro, como ocurrió durante el tercer cuarto y que cambió la suerte del juego.

Que Olympiacos solo tuviera una ventaja en el primer tiempo (1-0), demuestra los parámetros en los que se movió el partido, un encuentro en el que los del Principado llevaron la iniciativa durante veinte minutos, con Mike James y Jordan Loyd en la ejecución y una buena nómina de especialistas que les arropaban.

Los de Georgios Bartzokas se sintieron muy incómodos desde el inicio. Su baloncesto se basaba más en acciones puntuales de sus estrellas, que en un sistema trabajado. Demasiados intentos desde el exterior, pero sin acierto.

El Mónaco jugó sus bazas. Igualó el potencial interior de Fall con el trabajo de Motiejunas y poco a poco fue encontrando los puntos de James. Un triple suyo puso la máxima ventaja del primer cuarto (11-18) y al primer descanso Bartzokas no encontraba soluciones y Sasa Obradovic se sentía bien (14-20).En el inicio del segundo cuarto, un parcial 8-2 equilibró el partido. Se desperezó Vezenkov, el MVP de la Liga Regular, bien acompañado por Sloukas en la dirección. Los atenienses empataron el partido después de una canasta de McKissic (22-22) y cuando todo apuntaba a que la inercia del partido era favorable a los griegos, apareció Loyd y después Okobo.

Bartzokas: "Nuestra defensa fue muy solida, no dimos ninguna facilidad al Mónaco"

Con una buena circulación de balón y los aciertos exteriores, el Mónaco volvió a poner la directa (26-33). Los errores desde la línea de personal de Olympiacos les penalizaba demasiado (9/18 al descanso) y cinco puntos de Okobo y tres tiros libres anotados por James, que ya sumaba 13 puntos en 15 minutos, pusieron la máxima diferencia en el tanteador en la mitad del partido (29-41).

Bartzokas necesitaba sacarse algo de la chistera en el vestuario y aposto por Thomas Walkup. El base estadounidense dirigió con maestría (7 asistencias) y frenó a Mike James (13 puntos en el primer tiempo, 17 al final). Ahí empezó la remontada de los griegos.

Ante la falta de acierto en ataque, Olympiacos se resguardó en la defensa y empezó a construir mejor su juego en ataque. Jugó más para su gigante Fall y apareció Vezenkov. El escenario se le venía abajo a Mónaco, nada acostumbrado a un partido de este nivel.

Anotaron los griegos un parcial 14-0 para ponerse por delante en el tanteador (43-41). Mónaco anotó una canasta en todo el cuarto (43-43), los de Obradovic no llegaban ni a lanzar a canasta, se repetían las posesiones agotadas por 24 segundos o las pérdidas ante una defensa de manual.

Superados por la situación, los monegascos cedieron un parcial 27-2 en diez minutos, algo nunca visto en un partido de este nivel. El acierto de Vezenkov (19 al final) y Papanikolau (15), que acabaron por ser decisivos, más la intimidación de Fall (12 puntos, 18 valoracion, llevaron a los suyos hasta el 56-43 al término del tercero cuarto para decidir el partido.

Como peor no se podía jugar, a poco que mejorara Mónaco, recortaría en el tanteador, como así fue. Llegó a ponerse el equipo de Sasa Obradovic a siete puntos (60-53), pero el partido ya era de Olympiacos, que impuso su juego, se sintió bien y ya no dio opciones para clasificarse para la final (76-62). Será la novena final de los griegos, que jugaron por última vez en 2017 y no levantan el título desde 2013.