(Actualizado

El Sevilla cayó este jueves (0-1) ante el Paris Saint Germain en su debut en el Grupo J de la Europa League, y en el que el conjunto andaluz volvió a evidenciar los fallos de los que ha dado muestras en este inicio de temporada, y que ya le apearon de la 'Champions' en el pasado mes de agosto.

Los de Antonio Álvarez salieron con ritmo e intensidad. No en vano, en su once inicial destacaban las novedades del canterano José Carlos como enganche, y el esperado regreso a la titularidad de Luis Fabiano, tras sus dos sonadas suplencias en Liga. Por su parte, la presencia de un hombre de la calidad de Martín Cáceres permitía a la defensa local jugar más adelantada de lo habitual.

Los de Antonio Álvarez salieron con ritmo e intensidad. No en vano, en su once inicial destacaban las novedades del canterano José Carlos como enganche, y el esperado regreso a la titularidad de Luis Fabiano, tras sus dos sonadas suplencias en Liga. Por su parte, la presencia de un hombre de la calidad de Martín Cáceres permitía a la defensa local jugar más adelantada de lo habitual.

Claro que los franceses, muy seguros atrás, salieron a verlas venir, aunque siempre con la amenaza a la contra de jugadores como un viejo conocido de la afición española, el ex céltico Nené. Pero el control del juego por parte blanquirroja no se traducía en peligro en el marco rival, hasta el punto de que el meta visitante, Edel, apenas tenía trabajo.

Se echaba de menos la aportación de Capel y Navas en las bandas, mientras que Luis Fabiano amagaba pero no terminaba de pegar nunca. La cosa pudo incluso ser peor, porque en el minuto 26 un fallo en la salida de Palop, algo que empieza a ser habitual en los últimos tiempos, estuvo a punto de costarle el 0-1 a su equipo. El partido ahora estaba equilibrado, pero el PSG, que llegaba cada vez con más claridad, olía otra vez el gol, en una contra culminada por Erding, en la que Alexis se durmió.

El Sevilla necesitaba un reanimador, y José Carlos se ofrecía siempre que le era posible, como sucedió en el minuto 36, cuando obligó a Edel a sacar la manopla para tapar un centro que iba a la red. Sin embargo, el problema para los hispalenses atrás empezaba a ser preocupante, porque Palop insistía en asustar a la grada con sus salidas a destiempo, aunque el valenciano se redimió al filo del descanso, en una intervención providencial en la que evitó un gol cantado con Erding de nuevo como protagonista.

Consciente de que su equipo no carburaba, Álvarez quitó a un desdibujado Cigarini en la media, para meter a Guarente, mientras que el 'apagafuegos' Kanouté sustituía a José Carlos arriba. Pero el Sevilla que, no había solucionado su falta de profundidad por los costados, se mostraba cada vez más ansioso frente a un oponente bien plantado. Álvarez movió banquillo por última vez en favor de Perotti, y en detrimento del hoy desaparecido Capel, que todavía tuvo tiempo de desperdiciar una buena ocasión un segundo antes de salir del campo.

Previsible, ansioso, el Sevilla quería y no podía aunque con la suerte, eso sí, de que el PSG se conformaba con el empate, como denotaba el cambio de Erding por un 'viejo rockero', el ex madridista Makelele. Pero entonces se nubló el panorama para los nervionenses, al lesionarse Navas. Aún si retirarse del campo, el palaciego, renqueante, dejaba en la práctica, al Sevilla,que ya había realizado los tres cambios, con diez jugadores cuando restaba casi media hora de partido.

Se encaraba el tramo final del duelo, y Palop salvaba una nueva ocasión, al parar ante Camara cuando ya se aprestaba a remachar a placer. Fue un aviso que el cuadro sevillista a no tuvo en cuenta. Porque como no podía ser de otro modo, el PSG marcó en una contra iniciada por Luyindula y remachada por Nené, un jugador que no es precisamente un jovencito, pero que tiene lo que le falta a este Sevilla: ganas y oficio.

En fin, la herida pudo ser mayor en una nueva llegada parisina, pero los franceses ya tenían lo que tal vez ni siquiera habían pensado en principio, pero que, a qué negarlo, merecieron un triunfo que oscurece el panorama blanquirrojo en la Europa League cuando el torneo no ha hecho más que comenzar.

El Villarreal tropieza ante un disciplinado Dínamo de Zagreb

El Villarreal arrancó con derrota en la fase de grupos de la Europa League, después de caer por 2-0 ante el Dínamo de Zagreb en Croacia, en un partido en el conjunto español jugó con uno menos el último cuarto de hora por la expulsión de Marcos Senna y donde brilló el medio centro del equipo croata Sammir.

El técnico del Villarreal, Juan Carlos Garrido, aplicó el sistema de rotaciones ante la avalancha de partidos en las próximas semanas. El preparador dejó fuera del equipo a seis titulares que participaron en la goleada contra el Espanyol y el Villarreal lo notó en exceso.

El conjunto español, sin verse desbordado por su rival, nunca llegó a tener el control de un encuentro que en la primera parte se resolvió con un gol a la contra del Dínamo de Zagreb. El delantero Ante Rukavina certificó un pase en profundidad de Sammir. Precisamente éste fue el mejor del partido en el primer asalto al hacerse dueño del centro del campo.

El Villarreal no carburó y las únicas acciones de peligro llegaron con lanzamientos de falta lejanos y un tiro de más de 25 metros de Senna al filo del descanso que el portero llegó a despejar. El conjunto amarillo no hilvanó juego ni por el centro ni por las bandas. Jefferson Montero por la izquierda se mostró más voluntarioso que Cani, pero sin llegar a crear verdadero peligro.

El Dínamo de Zagreb, sin llegar a desplegar un gran juego, sí supo acertar en una de las pocas opciones que tuvo de marcar. El tanto les dio la tranquilidad necesaria para llegar al descanso sin sobresaltos.

GARRIDO BUSCÓ VARIAR EL RUMBO CON LOS CAMBIOS.

Tras el paso por el vestuario, Garrido introdujo en el campo a Rossi y Borja Valero por Marco Ruben y Bruno. La modificación persiguió tener más presencia en el centro del campo y más posesión del balón, pero no dio el resultado esperado.

El Dínamo de Zagreb dio dos pasos hacia atrás para salir a la contra, gracias a los pases magistrales de Sammir. Los locales a punto estuvieron de finiquitar el choque en el minuto 72 cuando Luis Ibáñez, recién salido al campo, lanzó a portería y el balón lo sacó Gonzalo Rodríguez cuando ya se colaba.

Los problemas se multiplicaron para el bloque español cuando el Villarreal se quedó con uno menos por la expulsión por doble amarilla de Marcos Senna. Los amarillos tenía que apelar a la épica, pero no era el día.

El que sí que tuvo su día fue Jorge Sammir que firmó una gran actuación al rubricar el segundo gol de su equipo en el minuto 80 y dar por finiquitado el partido a falta de diez minutos para terminar.