El Atlético de Madrid se enfrentará este miércoles al PSV Eindhoven, un equipo vertical, que recupera a su timón esencial en el centro del campo, el mexicano Andrés Guardado, y con el omnipresente todocampista Davy Propper, pero que pierde para el partido de ida a su goleador Luuk de Jong, baja por sanción.
Desde su idea de dar siempre el pase hacia adelante y buscar una salida rápida al ataque, sin tanta posesión ni elaboración, esos tres jugadores son transcendentes en el conjunto holandés, el actual líder de su campeonato, mermado sin ninguna duda mañana por la baja de Luuk de Jong, por su juego de espaldas y su capacidad rematadora.
TRANSICIÓN RÁPIDA
Es la referencia ofensiva indiscutible e inamovible del once del PSV Eindhoven, del que es su máximo goleador -23 dianas en 33 partidos oficiales- en este ejercicio y de la actual edición de la Liga holandesa, con 17 tantos en 23 choques. De sus botas surgen más de un cuarto de los goles de su equipo este curso (86 en 35 duelos).
Su buen juego de espaldas es una salida para la transición rápida del conjunto holandés de la defensa al ataque y su remate es una garantía para el equipo entrenado por Phillip Cocu, reconfortado, en cambio, para este miércoles con la recuperación de Guardado, un jugador básico al que incluso reservó el fin de semana en la Liga.
Por su experiencia y por su ubicación en el terreno de juego, como pivote defensivo para ofrecer cobertura al centro del campo, con la consecuente libertad que le da tanto a Propper como a Hendrix para sumarse al ataque, y para dar una salida inteligente y rápida a la pelota en la transición desde la zaga hacia posiciones más altas, además de ser el encargado de poner en juego los balones parados.
Ya está listo de una lesión muscular, sufrida a finales de enero, ya se entrena con el grupo desde la pasada semana y ya confirmó el viernes Cocu su participación contra el Atlético; una inmejorable noticia para el PSV, con el que ha disputado 30 partidos este curso, 21 completos, como consistente referencia en el medio.
PROPPER, UN JUGADOR NOTABLE
A su lado, unos metros más adelante, la movilidad, la potencia y la capacidad para estar en cada lugar del campo en el que se le requiere de Propper le da fuerza, mucha llegada y vías ofensivas al campeón holandés. El centrocampista lo ha jugado todo en la Liga esta temporada. Ha marcado nueve goles y ha dado cuatro asistencias.
Un jugador notable, con facilidad para sumarse al ataque, para aparecer por cualquiera de los dos costados o por el centro y para incluirse entre los posibles rematadoras dentro del área de las acciones de ataque del PSV, con dos opciones para jugar junto a él: Jorrit Hendrix y el fichado en el mercado invernal Marco Van Ginkel.
Cedido por el Chelsea desde el último día del mes de enero, ha jugado los cuatro partidos desde entonces en la alineación de Cocu, con dos goles, uno contra el Utrecht, en el triunfo por 0-2, y otro contra el NEC Nimega, en la victoria por 0-3. Con Guardado recuperado, entre él y Hendrix se juegan un puesto ante el Atlético.
NARSINGH Y LOCADIA, EN LOS EXTREMOS
La velocidad, el desborde y la habilidad de Luciano Narsingh y Jurgen Locadia ocupan los extremos. Ambos han sido los elegidos más habituales en el once en los últimos encuentros, con el prometedor talento uruguayo Gastón Pereiro, de 20 años, como segunda opción en el tramo más reciente, en su primer año del salto a Europa.
El centrocampista charrúa y su buen manejo de pelota alternan titularidad y suplencia en este curso con una buena cuota de goles, doce entre todas las competiciones, aunque en los últimos ocho encuentros oficiales sólo ha sido titular en tres, dos de ellos los más recientes, ante Nec Nimega y Heracles, este último con un gol.
Por detrás, Phillip Cocu cubre generalmente su defensa con cuatro hombres (el colombiano Santiago Arias, Jeffrey Bruma, el mexicano Héctor Moreno y el francés Nicolás Isimat Mirin, que forman la zaga tipo en los últimos encuentros).
Mientras Arias, un aguerrido lateral, sube con constancia hacia las zonas de ataque, Héctor Moreno, entre 2011 y 2015 en el Espanyol, asume la responsabilidad de la salida del balón cuando juega de central, además de su aportación rematadora cuando pisa el área rival, como demuestran sus seis goles ya en esta temporada.
