El gran capitán blanco, el jugador con más títulos de la historia del club, dice adiós pese a que quería renovar. Explicamos los motivos de su marcha
Redacción
Si ha habido un gran protagonista en la fiesta del Real Madrid por su 14ª Champions, ese ha sido Marcelo. El capitán del equipo blanco ha confirmado desde el sábado, en los minutos posteriores al partido de la final de París, lo que era un secreto a voces: su adiós del Real Madrid. Desde entonces se ha visto al Marcelo más emocionado, al más sentimental, mostrando su amor por el Real Madrid y su pena por un adiós que siempre que llega es difícil de asimilar.
En las celebraciones del Real Madrid, tanto en los actos institucionales como en Cibeles, así como en la gran fiesta final del Santiago Bernabéu, Marcelo fue el jugador más nombrado y coreado por los aficionados. En cualquier momento se asomaba unas lágrimas en sus ojos, sobre todo en la fiesta en el estadio.
Desde que salió al césped con la 'orejona', no pudo contener las lágrimas. Era la última vez que pisaba el césped del Bernabéu y era consciente. Se puso de rodillas, lloró y se señaló el escudo. Ya con sus compañeros, se formó una piña a su alrededor como muestra de cariño y apoyo.
“Es un momento maravilloso de mi vida. Cierro un ciclo en el mejor club del mundo. Hoy no es un día de tristeza, es de alegría porque hemos ganado otra vez más el mejor campeonato del mundo. Estoy muy orgulloso de mí. Muchas gracias por las noches mágicas que hemos vivido aquí. El futuro está muy bien con los jóvenes. ¡Hala Madrid!”, dijo.
Marcelo se va del Real Madrid como el jugador como más títulos de su historia. Un total de 25, logrados desde que aterrizara en enero de 2017 al club. Tenía sobre sus espaldas ser el sucesor de un mito como Roberto Carlos y, tras 15 temporadas, ha cumplido con nota, siendo decisivo durante muchos años en el Real Madrid. Vital, por ejemplo, en sus primeras cuatro Copas de Europa.
Sin embargo, los años y el físico le han hecho mella, perdiendo protagonismo en el equipo en los últimos años. El francés Mendy fue quien finalmente se hizo con el puesto de titular en el lateral izquierdo, dejando a Marcelo pocos partidos al año.
Con la marcha de Sergio Ramos, Marcelo cogió en esta última temporada un protagonismo especial al coger la capitanía del Real Madrid. Ha sido el primer extranjero en tenerla en los 120 años de historia del club blanco. Y él ha sido quien ha levantado los trofeos de la Supercopa, la Liga y la Champions. Tres fotos para una despedida histórica, como pocos deportistas han conseguido en su trayectoria.
Marcelo quería seguir y renovar al menos por un año más en el Real Madrid. Su contrato tiene caducidad el próximo 30 de junio. Su amor al club, su sintonía con la ciudad de Madrid y el inicio de su hijo mayor en las categorías inferiores del Real Madrid son motivos más que suficientes para Marcelo para querer seguir y no colgar las botas.
El club lo entiende y lo ha valorado, pero las necesidades deportivas apuntan a otros planes. Marcelo ha jugado poco menos de 40 partidos en las últimas dos temporadas. Y no siempre completos. Pocos minutos para un futbolista único, que sin embargo por físico ya no llega al nivel que tenía cuando era el mejor lateral izquierdo del mundo. Sus destellos de calidad siempre se asoman en cualquier partido que ha jugado, pero su aportación ha quedado más residual, sobre todo a nivel defensivo.
A falta de confirmación, el Real Madrid ha fichado para la próxima temporada a un defensa central poderoso como es Rudiger. La idea es que el alemán actualmente en el Chelsea se quede en el centro de la defensa blanca junto a Militao, desplazando al lateral izquierdo a Alaba. Con ese cambio, la presencia de Mendy y el empujón de canteranos como Miguel Gutiérrez... Todo hace que Marcelo no tenga el hueco que espera en el Real Madrid, que tampoco se puede ya permitir un salario alto para un jugador que poco participará en la próxima temporada.
Así las cosas, llega el momento de la despedida. Siempre son duras, difíciles de asimilar, pero hasta la afición entiende que es el momento de que uno de sus ídolos diga adiós. Para el recuerdo, un jugador único, carismático e histórico.