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En Segunda, quien tiene a Francisco Portillo (El Palo, 1990) tiene un tesoro. El centrocampista solo ha jugado tres temporadas como profesional en la categoría y en todas ellas acabó ascendiendo -con equipos diferentes-.
Todo apuntaba a que en su cuarta experiencia esa buena racha se iba a acabar. Sin embargo el Leganés, que aspiraba a la salvación y le fichó con la carta de libertad, va líder y lanzado hacia LaLiga. El jugador no considera que sea un talismán, pero es difícil creerle.
En busca de ese objetivo se cruza esta jornada en su camino el Espanyol, segundo clasificado.
Portillo opina en una entrevista con Efe que ganarles "sería un paso importante, pero no definitivo", afirma que no le tienen miedo a nadie y asegura que no le van a poner las cosas fáciles a sus rivales por subir.
Lleva tres ascensos a Primera, con tres equipos distintos, siempre en el curso en el que llegó a ese club. ¿Se viene el cuarto?
Respuesta: Ojalá que siga la racha. Estamos en una buena posición, creo que al final cualquier equipo se cambiaría por nosotros. Ahora quedan ocho finales y ojalá que sea el cuarto.
Pero no es muy normal. O elige muy bien los proyectos o es un talismán.
R: No creo que sea un talismán. Creo que he tenido esa suerte de estar en buenos proyectos que al final se han culminado con el ascenso. Siempre lo digo, la Segunda es una liga tan dura que al final tienes que tener también esa pizca de suerte para poder ascender.
Con su experiencia en ascensos, ¿qué tiene este Leganés en común con el resto de equipos con los que subió?
Se ha formado un grupo humano y futbolístico muy bueno. Y te diría que hay constancia, trabajo, sacrificio y hambre. Lo más importante es que este grupo tiene hambre por conseguir un objetivo grande que sabemos que no va a ser fácil, pero estamos en el camino.
¿Qué considera usted que aporta para que sus equipos den un salto?
R: No lo sé, no soy una persona que me guste calificarme. Intento aportar mi experiencia, intento sentirme protagonista dentro del terreno de juego y ser feliz. Jugar como yo sé, intentar aportar tanto dentro como fuera mi experiencia.
Sí que hay una cosa en la que destaca a simple vista, el golpeo a balón parado. Sobre todo para colgar faltas y para sacar córners, algo de lo que además se beneficia mucho el Leganés porque tiene muy buenos rematadores. ¿Son esos los detalles que ayudan a subir a un equipo?
Seguramente. Nosotros somos un equipo fuerte a balón parado y creo que eso te da buenos puntos. Tenemos buenos lanzadores y tenemos muy buenos rematadores. Es un cúmulo de todo.
¿Es uno de sus mejores momentos profesionales ahora mismo?
No lo sé. Mi carrera ya es larga, pero no sé si es uno de mis mejores momentos. Sí te puedo decir que me siento muy bien, me siento muy a gusto dentro del equipo, me siento querido, me siento importante para todos; y al final creo que eso es lo que va buscando un futbolista.
Es uno de los jugadores más bajos de la categoría en un fútbol cada vez más físico Y más de choque. ¿Cuál es la clave para que alguien de su perfil sobreviva año tras año entre jugadores más altos y más fuertes?
La constancia. Al final cada uno tiene su forma de jugar, yo quizás físicamente no soy un portento, pero al final intentas trabajarlo, intentas ir al gimnasio, trabajar piernas, estar el día a día más fuerte.
El futbolista como más mejora es jugando y yo aquí he encontrado también ese momento en el que me están dando confianza y me siento muy importante.
El pasado verano el Leganés le fichó libre, ¿le sorprendió verse libre al cierre del mercado?
Sí y no, porque ves cómo está el fútbol, lo difícil que es. No te voy a negar que es duro que se acabe el mercado y verte como agente libre. Pero a la vez miraba y había unos jugadores también libres de un nivel increíble.
Estaba tranquilo, aunque no fue fácil para mí y para mi familia. Mantuve la calma, seguí entrenando por mi cuenta y sabía que cuando llegara la oportunidad la tenía que aprovechar.
No me sorprendió porque sabía que el fútbol está difícil, con el tema de los límites es difícil fichar. Había opciones, pero no me convencían y las que me gustaban no terminaban de cerrarse.
No fue un verano fácil ni para mi ni para mi familia, fue muy largo. Pero decidí mantenerme tranquilo, seguir entrenando por mi cuenta y cuando llegara la oportunidad esperarla y agarrarla con todas mis fuerzas.
¿Fue su verano más complicado desde que es profesional?
Sí, porque fue muy largo. Pasé desde junio que terminó LaLiga hasta casi septiembre entrenando solo. Hubo llamadas, había cosas que me gustaban y que no terminaban de salir y otras que salían pero no me convencían.
Tenía claro que no quería dar un paso en el que me equivocara, quería encontrar un proyecto estable. Creo que el Leganés me ofrecía un proyecto bueno y que a mí me convencía.
Este viernes tienen un duelo clave en la lucha por subir contra el Espanyol, el segundo clasificado, ¿es el rival que más teme de todos los que están en la parte de alta?
Miedo no le tenemos a nadie. Respetamos a cualquier rival y al Espanyol por supuesto, creo que es uno de los más potentes de la categoría. Nosotros vamos primeros porque hacemos muchísimas cosas bien y no tenemos que temer a nadie.
¿Y los rivales les tienen miedo a ustedes?
No sé si miedo, pero al vernos ahí arriba como primeros imagino que ellos verán que hacemos muchas cosas bien y que no les vamos a poner las cosas fáciles.
¿Si ganan queda encarrillada la carrera del objetivo de subir?
No, todavía quedarían muchísimos partidos. Sería un paso importante pero no definitivo.