91-62. El Real Madrid arrasa al Alba Berlín para seguir su racha en Euroliga

El Real Madrid consiguió una cómoda victoria en la Euroliga ante el Alba Berlín por 91-62, con especial protagonismo de Walter Tavares y Usman Garuba, que fueron los que más empeño pusieron en honrar a Anthony Randolph tras su grave lesión.

Es la décima victoria madridista en los últimos once partidos en la Euroliga, con lo que corrige con nota su comienzo un tanto dubitativo.

Salió frío el Real Madrid y el partido, pero rápidamente se aferró a la energía y los puntos de Usman Garuba ante un Alba Berlín correcto que hizo lo propio con Johannes Thiemann, para firmar un primer cuarto equilibrado en el marcador, 19-18.

Fue el segundo acto, con la entrada de Sergio Llull, Fabien Causeur y Trey Thompkins cuando el Real Madrid comenzó a romper el partido. El ataque comenzó a fluir y el Alba Berlín de Aito García Reneses aceptó ese ritmo de juego, lo que fue su perdición.

Después aparecieron Rudy Fernández y Walter Tavares, que si en el primer cuarto paso un poco más desapercibido en este segundo comenzó a dominar con claridad. En el equipo alemán, Louis Olinde y Maodo Lo fueron los más activos, aunque bien sujetados, en general, por la defensa madridista.

El marcador comenzó a dispararse en el ecuador del cuarto, 33-23, para acabar con un claro 45-30. El Alba Berlín salió con defensa en zona 1-2-2 en la continuación y el Real Madrid con Jaycee Carroll, que anotó dos triples a las primeras de cambio.

El Real Madrid, además, ante la insistencia alemana en esta defensa, comenzó a mover el balón con rapidez encontrando buenas opciones de tiro que aprovechó, 63-39 (min.25). Garuba volvió a aparecer en el poste bajo para machacar el aro y el Real Madrid se disparó en el marcador, 70-39 (m. 27.45), cerrando este tercer periodo con 72-44.

Con la victoria ya decantada, los últimos diez minutos de juego fueron otra cosa. El Real Madrid levantó el pie del acelerador y el equipo alemán demostró, con Luke Sikma a la cabeza, que tienen puntos en sus manos si la defensa no es excesivamente dura. Una mandarina desde su campo a falta de dos minutos para el final fue la antesala del 91-62 definitivo.