Un templo del fútbol como Old Trafford decidirá una eliminatoria repleta de igualdad que dejó en su primer capítulo un bello duelo de fútbol entre un Real Madrid amparado en Cristiano Ronaldo, ante un Manchester United que se adelantó gracias a Welbeck.
El castigo a la fase de grupos fue un cruce de altos vuelos que llega a destiempo. Un Manchester United tan rígido en un sistema como poderoso en ataque que se agarró a la figura de David De Gea para no acabar rendido al poderío de Cristiano Ronaldo.
Los amigos José Mourinho y Alex Ferguson decidieron premiar al mundo del fútbol. Salieron con todo, sin especulaciones, a jugar un duelo de juego directo, sin control, en el que se impondría el que más acertado en el remate estuviese.
RONALDO, OTRA VEZ
Cristiano Ronaldo siempre está para mantener al Madrid en pie y en la Liga de Campeones, ante el Manchester United, con más argumentos y más insistencia, hasta convertir el asunto en una cuestión casi personal.
Ronaldo se encontró con su pasado cara a cara. A viejos conocidos, rostros familiares que forman parte de su madurez, de la explosión y continuación, que le mostraron el trayecto hacia el Olimpo en el que está aposentado.
La Liga de Campeones es una asignatura pendiente del Real Madrid y también del luso, que igualó al mítico Eusebio como el máximo goleador de Portugal en la historia de la principal competición continental de clubes.
Cristiano Ronaldo sumó su gol 46 en el torneo. En 91 partidos. A Eusebio le bastaron 64. El 'siete' blanco, sin embargo, dejará atrás la cifra pronto. En unos pocos partidos. En el presente ejercicio suma siete en siete, su número.
Con el público madridista irremediablemente entregado el conjunto de Jose Mourinho acaba por ser en muchos partidos 'Ronaldo y diez más'.
Ante el Manchester United no rehuyó la cara al asunto en ningún momento. Todo lo contrario. Asume su condición y tira del carro.