93-80. El Real Madrid no aparece por Barcelona

El Barcelona se impuso al Real Madrid por 93-80 en un partido que siempre tuvo dominado, liderado por una exhibición de Nikola Mirotic, autor de 31 puntos y 10 rebotes, y que les permite situarse como líderes en solitario de la Euroliga tras la disputa de la jornada 14.

El equipo de Sarunas Jasikevicius sólo sufrió en los primeros minutos, pero en cuanto se ordenó defensivamente fue dueño y señor del partido. Animado por la grada del bullicioso Palau Blaugrana, el Barça fue de menos a más y sumó un triunfo vital para seguir en lo más alto de la tabla en Europa, ahora en solitario.

Además, el Barça detiene una excelente racha de su eterno rival, que acumulaba 11 victorias seguidas entre todas las competiciones, sobre todo después de una grandísima primera parte guiada por el excelente acierto de Mirotic, con cien por cien de efectividad y rey del rebote. El hispano-montenegrino no tuvo rival y para colmo de los merengues, Brandon Davies se sumó a la fiesta de los locales.

Los de Pablo Laso intentaron frenar los primeros arreones del Barça y lo consiguieron siendo sólidos en la pintura. Los culés mejoraron sus porcentajes y con dos triples seguidos superaron la decena de ventaja. Sólo Fabien Causeur tiró del carro manteniendo a los suyos con vida. El francés estuvo muy entonado desde el perímetro y complicó al Barça.

Fue entonces cuando Laprovittola dinamitó el encuentro en el morbo que carga siempre el clásico nacional entre idas y venidas. De un lado el exmadridista, que no se cortó desde la línea de tres, y del otro Hanga y Heurtel, éste último muy pitado por la afición azulgrana. Los blancos comenzaron a sufrir y a dejar marcharse a su rival.

Poco importó que no estuvieran ni Calathes, Higgins ni Álex Abrines -eso sí, debutó Dante Exum- porque el Barça disfrutó de sus mejores momentos con Davies haciendo las delicias del coso blaugrana. El 43-31 antes del descanso -más una técnica a Laso- dieron el primer gran rédito a los de Saras, que metieron la directa para sofocar las tímidas reacciones del conjunto visitante.

Dos triples consecutivos de Rudy Fernández y Sergio Llull llenaron de ilusión a un Real Madrid que se apagó muy pronto en los dos actos finales. Apenas tuvo mecha para seguir calentando un partido cuyo resultado estaba más que visto para sentencia. Nigel Williams-Goss también probó fortuna para el Real Madrid, pero ya fue tarde para cambiar el guión de la película.

En el Real Madrid -sin Alberto Abalde, lesionado en el último triunfo ante el Maccabi de Tel Aviv, ni Trey Thompkins, ni Carlos Alocén-, el partido se puso muy feo y acabó por malograrlo con una estadística muy pobre en los tiros libres.

Hasta 10 errores condenaron al conjunto de la capital, que solo pudo aguantar con dignidad al final del encuentro, incluso rebajando la psicológica barrea de los 10 puntos antes de una nueva demostración de talento de Nikola Mirotic, que acabó el partido arropado por su gente.