(Actualizado

La candidatura formada por España y Portugal no organizará el Mundial en 2018. El Comité Ejecutivo de la FIFA designó como sede a Rusia tras una votación que se alargó más tiempo de lo esperado.

Será la primera vez en la historia que un país de Europa del Este albergue un Mundial

Quatar acogerá la edición de la Copa del Mundo de 2022

Rusia se presentó como un país "nuevo", que sigue siendo puente entre Oriente y Occidente, y con un potencial aún por explotar que alcanzaría su máximo nivel en caso de acoger el Mundial de Fútbol 2018. "Nos hemos propuesto crear un país totalmente nuevo. Un país con mil años de historia, pero renovado y ávido de modernizarse, un país con un rico potencial no sólo de recursos si no, sobre todo, humano", señaló durante la presentación de la candidatura eslava Igor Shuvalov, viceprimer ministro de Rusia.

Los miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA decidirán hoy los países sede de los mundiales de fútbol del 2018 y 2022, para lo cual han pasado dos días escuchando las presentaciones de los 9 candidatos, el último de los cuales fue Rusia. Shuvalov usó, además, el argumento de que Rusia es el país "que más se lo merece" porque está situada en una región del mundo (Europa Oriental y Asia Central) que nunca ha acogido un mundial y recordó que en caso de ser elegido, lo celebrarán no sólo los 145 millones de rusos, sino el resto de ciudadanos de la región.

Para apoyar su argumento mostró un mapa del continente europeo recordando que 10 países de Europa Occidental han acogido mundial y ninguno en Europa Oriental. El viceprimer ministro recordó el tormentoso pasado de Rusia en el siglo XX, "hemos pasado por todas las dificultades pero las hemos superado", argumentó, algo que considera una baza.

Señaló que Rusia "quiere y va a seguir desarrollándose" como nación, algo que "sería más fácil" si pudieran contar con la ayuda de la FIFA. "Hay muchos organismos internacionales, pero únicamente la FIFA puede provocar el desarrollo social y económico a escala mundial", afirmó Shuvalov, recordando el ejemplo de Sudáfrica.

No obstante, el ministro de Deportes, Vitaly Mutko, dejó claro que cuentan con recursos económicos propios, como lo demuestran "los mil millones de mercadotecnia corporativa" conseguido para financiar los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi (2014). "Es difícil medir el legado social y futbolístico que un mundial dejaría para Rusia", señaló a su vez Alexey Sorokin, el presidente de la candidatura rusa.

Una decisión histórica

Otro de los argumentos esgrimidos por los eslavos fue, precisamente, la diversidad cultural de ese país de tamaño continental, y por tanto, la variedad de personas que el fútbol alcanzaría. Yelena Iysinbayeva, doble campeona olímpica de salto de pértiga, también participó en la defensa de la candidatura rusa, alegando el crecimiento que el fútbol femenino tendrá en su país en caso de ganar.

"He logrado 27 récords mundiales. En caso de ganar, se logrará otro récord mundial pero este será para todo un país", dijo. También estaban presentes en la sede de la FIFA , entre otros, los futbolistas Roman Abramovich y Andrey Arshavin, así como la "top model" Natalia Vodonova.

Para concluir la presentación, Shuvalov se dirigió directamente a los miembros del Comité Ejecutivo y les dijo: "Dentro de un rato ustedes van a tomar una decisión histórica, pero sólo una hará Historia".