El Real Madrid se clasificó para los cuartos de final de la Liga de Campeones gracias a dos cabezazos de Sergio Ramos en el comienzo de la segunda mitad (1-3), un doblete que sirvió para desconectar a un buen Nápoles que tuvo el pase a escasos centímetros, pero que acabó sucumbiendo a la pegada del actual campeón de Europa.
Los de Zidane sufrieron como perros en la primera parte, pero despertaron con testarazos de su capitán. En ambos se cumplió el mismo guión: Kroos teledirigió el caramelo al área y Ramos, vestido una vez más de salvador, hizo el resto. Así resolvió el Real Madrid una eliminatoria que pintaba muy fea y que salvó el héroe de siempre.
Pronto comenzaron las cornadas para el Real Madrid cuando a los siete minutos Hamsik avisó a Keylor Navas con un disparo lateral. A la fiesta local se sumó Insigne, que no paró quieto, pero sobre todo un Mertens que demostró el gran momento que vive. El belga recibió en el costado zurdo, controló de maravilla y voleó con violencia para poner el 1-0.