Sergio Ramos, capitán del Real Madrid, se mostró contento por haber disputado su partido oficial 550 con la camiseta blanca, pero dio prioridad al triunfo ante el Leganés (1-3) en el partido aplazado de la decimosexta jornada de LaLiga.
Autor del último tanto, conseguido de penalti, Ramos ha jugado 382 encuentros de Liga, 109 de Liga de Campeones, 40 de la Copa del Rey, doce de la Supercopa de España, cuatro del Mundial de Clubes y tres de la Supercopa de Europa.
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Al término del encuentro, Florentino Pérez, presidente madridista, le entregó en el vestuario de Butarque una camiseta con el dorsal 550. El internacional se convierte en el décimo jugador en la historia del club que alcanza esta cantidad de partidos tras Raúl González (741), Iker Casillas (725), Manuel Sanchís (710), Carlos Alonso Santillana (645), Paco Gento (601), Fernando Hierro (601), José Antonio Camacho (577), José Martínez Pirri (561) y José Miguel González Míchel (559).
"Estoy contento por jugar mi partido 550 y por contribuir con un gol a la victoria. En el plano personal no se puede pedir más", señaló Ramos, quien aseguró que lo importante era "acortar un poco más las distancias y estas últimas victorias vienen bien para levantar el ánimo. Es la línea de trabajo que debemos seguir".