Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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El Sevilla será el rival del Barcelona en la final de la Copa del Rey tras empatar a dos goles en Balaídos ante un Celta de Vigo que, pese al 4-0 de la ida, soñó con remontar lo imposible con el doblete de Iago Aspas, al que enterró un regalo de Planas que originó el primer gol sevillista, obra del argentino Éver Banega.