Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, admitió que es su día más duro como técnico del equipo rojiblanco después de las dos finales perdidas de la Liga de Campeones, pero remarcó que es "muy cabeza dura" y va "a seguir insistiendo hasta que tenga posibilidad en este club" por lograr algo que les "falta".
"No tengo ninguna duda de que la Champions me cuesta. Me ha costado, entendiendo las dos finales que perdimos, una en los penaltis y otra en la prórroga. Más cerca de ganar una final de Champions que los penales creo que no se está. Soy cabeza dura, muy cabeza dura y voy a seguir insistiendo, hasta que tenga la posibilidad en este club, entrando primero en la Champions y buscando encontrarme con algo que nos falta", dijo.
"Es un momento difícil, duro, no esperado, no dentro del proyecto que siempre tenemos en el club. Es la segunda vez en diez años que quedamos afuera de octavos de final y no estaba dentro de lo que esperábamos, pero es la realidad. Y la realidad también nos marca que la temporada pasada nos costó muchísimo entrar en octavos de final. Pese a que merecimos mucho más de lo que tuvimos en todos los partidos que jugamos, es la realidad", abundó Simeone.
"Hay dos lugares que poner en la vida: en el victimismo o en seguir trabajando. Y yo estoy por el lado de seguir trabajando", expresó el preparador argentino, que abogó por "estar fuertes, esperar que pase" y enfocarse en otros frentes que surjan: "Cuando te sacan cosas en la vida aparecen otras. Iremos a buscar las que tendrán que aparecer".
"Hay mucho esfuerzo dentro de este trabajo de once años que llevamos, hay mucha gente que está detrás de esto y cuando las cosas no salen bien hay mucha gente que no lo pasa bien. Y eso duele. La responsabilidad la tenemos y la asumimos. Me quería quedar (en el campo) para esperar que salgan todos (al final del partido), porque entiendo que el esfuerzo de los futbolistas había sido el que queríamos y cuando es así hay dos lugares: o la víctima o el fuerte. Prefiero el fuerte", insistió Simeone.
Yannick Carrasco lanzó el penalti final con el tiempo cumplido. Lo paró Hradecky. "Griezmann estaba muy cansado y en ese momento Carrasco agarró la pelota en cuanto el árbitro vino de ver el VAR. Y Carrasco es uno de los tiradores, como hizo contra el Espanyol o contra el Real Madrid. Cuando el jugador tiene confianza y pide el penal, sus compañeros se lo dieron y desgraciadamente salió mal. Carrasco, con el partido que estaba haciendo, lo invitaba a asumir la responsabilidad por la confianza que tenía. Y eso es muy valorable de parte mía, seguro", explicó.
Simeone cambio a Mario Hermoso y Ángel Correa al descanso, con 1-2 en contra. "No son responsables de nada. El equipo en el segundo tiempo jugó mejor. Nuestro equipo es así", explicó.