Ni Stamford Bridge enciende la luz a Hazard, que acabó a carcajadas
Redacción / Efe
Ni el estadio que le vio nacer como estrella mundial consiguió inspirar al belga Eden Hazard para ofrecer una actuación a la altura de su clase, la que los madridistas llevan esperando desde su llegada en 2019 y que anoche tenía una de sus citas más esperadas.
Si Hazard pudo hacer realidad su sueño de jugar algún día en el Real Madrid se lo debe en gran parte al campo que este miércoles volvió a pisar después de dos temporadas con los blancos.
Lastrado por las lesiones, poco tiene que ver el belga que ha visto el Santiago Bernabéu con el que reverenció en su día el vetusto Stamford Bridge.
Fue en el adinerado barrio de Chelsea, en uno de los clubes con más solera de la capital británica, donde alcanzó sus mayores cotas futbolísticas, idolatrado por una hinchada que nunca digirió bien su partida.
Por eso, esta vuelta de las semifinales, uno de los partidos más importantes para el madridismo en los tres últimos años, se presentaba como el pedestal ideal para que Hazard recordase los motivos por los que el club español lo incorporó como uno de los mayores cracks mundiales.
Eden Hazard no era titular dos partidos seguidos desde el 30 de enero ante el Levante, después de haber jugado siete días antes contra el Alavés.
Tras haber dejado alguna pincelada, y poco más, el pasado sábado contra Osasuna, el 7 se movió por todo el frente de ataque, con ganas de conectar con sus compañeros, pero aportando poco peligro real sobre el área contraria.
La tela de araña que el Chelsea de Tuchel teje entre la defensa y el centro del campo hizo que casi siempre debiera recibir de espaldas, donde poco podía hacer más que descargar hacia atrás para algún compañero.
Tras pasar casi inadvertido en el primer tiempo, tampoco en el segundo las prestaciones del belga subieron demasiado, aunque al menos se apuntó su primer tiro a puerta, en el minuto 64, bien salvado por el este miércoles segurísimo meta local, Mendy.
Pero las penurias ofensivas del Real Madrid, acrecentadas todavía más en la segunda parte pese a la necesidad acuciante de un marcador en contra, tampoco permitieron al belga lucir sus cualidades en ataque.
Zidane, pese a todo, le mantuvo sobre el terreno de juego, después de haber confiado en él para liderar el ataque blanco junto a Benzema, ya que Vinicius bastante tenía con tratar de frenar las incursiones de Chiswell como carrilero improvisado.
Nada había de cambiar para Hazard. Ni siquiera en su "hogar" londinense. En el día que podía haber aprovechado para acallar las bocas que cuestionan su fichaje, el belga le puso voluntad pero poco acierto.
Cansado, Zidane le retiró del partido en el minuto 89 para dar la oportunidad a Mariano de buscar una remontada en la que ya nadie creía.
En su salida, se escucharon aplausos. Procedían de sus antiguos compañeros y del equipo técnico del Chelsea, apenas los únicos espectadores este miércoles en el partido. Stamford Bridge no olvida a Hazard.
Hazard se río a carcajada limpia junto con sus antiguos compañeros de equipo al término del partido de vuelta de la semifinales de la Liga de Campeones, pese a la eliminación del Real Madrid.
El jugador belga pudo ser visto en el terreno de juego intercambiando abrazos y risas con Zouma y el portero Mendy ante las cámaras de televisión.