La República Checa se ha coronado por segunda vez en su historia campeona de la Copa Davis después de la victoria de Radek Stepanek en el quinto partido sobre Dusan Lajovic por 6-3, 6-1 y 6-1 y, de esta manera, reedita el triunfo logrado el año pasado ante España.
Con esta Copa Davis, la segunda desde que es un país independiente, la República Checa se mete en el selecto grupo de equipos que han ganado la competición dos o más veces de manera consecutiva. Los checos se unen a Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Francia, Suecia, Alemania y España, que había sido la última en hacerlo en los años 2008 y 2009.
HÉROE POR SEGUNDO AÑO
El héroe de la final, por segundo año consecutivo, ha sido Radek Stepanek. El jugador de Karvina le ha dado a su país la Ensaladera en el quinto partido de la final. Algo que ya hizo el año pasado, cuando venció a Nico Almagro y privó a España de su sexta Davis. Después de perder el viernes ante Djokovic y de ganar junto a Berdych el doble, no falló en el momento de la verdad.
Un partido que resultó muy plácido para Stepanek. Serbia se presentaba en la final con las bajas de Tipsarevic y Troicki y, sin ellos, el equipo de Obradovic le dio la responsabilidad de ser el número dos del equipo a Dusan Lajovic, número 117 del mundo. Lajovic, nacido en Belgrado, solo había jugado dos partidos de Copa Davis antes de este quinto partido: uno intrascendente en 2012 ante Suecia (que ganó) y el del viernes ante Berdych.
La Davis está llena de hazañas y de sorpresas, pero en esta ocasión no hubo lugar. Porque si Lajovic es la inexperiencia, Stepanek tiene toda la del mundo. Tras esta final, el veterano checo (35 años cumple el próximo 27 de noviembre) ha jugado más de 40 partidos de Copa Davis sumando los dobles y los individuales. Stepanek sabía tras vencer el dobles del sábado que, muy probablemente, se vería en esta situación y estaba mentalmente preparado.
LA AFICIÓN SERBIA SE DESMORONA
Lajovic dio un único coletazo. En el primer juego del partido rompió el saque de Stepanek ante la algarabía del Belgrado Arena. Una afición, la Serbia, que ha estado de diez durante el fin de semana (en cuanto a animación se refiere) pero que a mediados del segundo 'set' ya perdió la fe en el milagro y empezó incluso a irse del pabellón.
Tras ese 1-0 inicial, no hubo más partido. Stepanek dio un recital de juego en la red (39/46 puntos ganados en la cinta) y de temple en un partido que siempre es de mucha tensión. El juego del checo evolucionó con el partido. Al principio muy sólido, siempre esperando los fallos de Lajovic, que llegaban uno detrás de otro. Luego, según avanzaba el choque, empezó a gustarse. Con la derecha, de revés, de volea, con dejadas. Un recital.
Aunque realmente no lo necesitaba, porque Lajovic, que mostró un revés a una mano bastante digno, siempre acababa errando en los peloteos largos. El serbio acabó el partido con 55 errores no forzados y la sensación de que el acontecimiento le superó en todo momento. Bastante hizo con salir a la pista y aguantar el chaparrón.
Con esa situación de partido, fue cuestión de tiempo que el encuentro se fuera decantando a favor de Stepanek. Tras el primer 'set', que Stepanek venció por 6-3 en 51 minutos, Lajovic solo hizo dos juegos más en todo el partido y el encuentro se cerró con un doble 6-1 para alegría del equipo checo, que ganó por segunda vez en su historia la Copa Davis.