Una final y un trámite en la penúltima estación de la Champions

Un choque con pinta de final, con todo por decidir, en el Etihad de Mánchester, y un aparente trámite, en el estadio Giuseppe Meazza entre los dos equipos de Milán, desequilibrado por un marcador rotundo, enfilan la última recta hacia el estadio Olímpico Ataturk de Estambul donde el sábado 10 de junio se decidirá el campeón de la Liga de Campeones.

De la penúltima estación del recorrido saldrán ya los dos supervivientes que en poco menos de un mes pujarán por el trofeo más lustroso del Viejo Continente. Casi todo está por decidir entre el Manchester City, el Real Madrid, el Inter y el Milan.

Con todo abierto, como si de una final se tratara, sin margen de error, el Manchester City recibe al Real Madrid en el Etihad. El ganador estará en Estambul; el derrotado se queda fuera de la puja. El conjunto de Pep Guardiola, en medio de su tercera semifinal consecutiva, aspira a disputar su segunda final para lograr, por fin, el primer título de la Champions.

El trasatlántico inglés, aspirante a un triplete histórico para un club de la Premier, afronta con el factor ambiental y la estadística de su lado el mano a mano con el campeón. El Real Madrid ha conseguido mantener viva la eliminatoria para el segundo y definitivo duelo. Sin embargo, nunca ha logrado vencer en el recinto de los citizen que solo han perdido un encuentro en el Etihad en lo que va de curso.

El gol de Kevin De Bruyne neutralizó el anotado por Vinicius en la primera parte y dejó en el aire la eliminatoria. Antonio Rudiger contuvo a Erling Haaland, la gran amenaza inglesa.

Carlo Ancelotti recupera al central Eder Militao, pero el buen partido de Rudiger pasó por alto su baja. También a Ferland Mendy, aunque el impacto de Eduardo Camavinga en el lateral izquierdo ha relativizado el papel de su compatriota. Guardiola, por su parte, puede contar con el defensa neerlandés Nathan Aké, básico en lo que va de curso.

El hecho de que el partido de vuelta sea en Mánchester desarma al Real Madrid del factor ambiental, de la mística del Santiago Bernabéu que le impulsó el pasado curso en una eliminatoria imposible. Esta vez, la atmósfera será inglesa.

"Sabíamos que queríamos llevar la eliminatoria bien a Mánchester. Fue un partido duro. Para la vuelta tengo una idea de qué hacer. Además, creo que podemos defender mejor, tener más fluidez con balón y atacar mejor", destacó el entrenador español tras el encuentro de ida.

"Se pudo ganar, se merecía ganarlo, salimos con buenas sensaciones para el partido de vuelta porque el partido ha sido bien jugado", destacó tras el empate a un gol en el Bernabéu Carlo Ancelotti que ahora debe resolver la situación de su defensa tras el buen trabajo de Rudiger y la vuelta de Militao, un fijo a lo largo del curso.

Cuando eche a rodar el balón en Mánchester ya habrá un equipo a la espera con plaza asegurada en Estambul. El Inter y el Milan disputan la vuelta el martes, con el conjunto nerazzurri como local y favorito. Con una renta de dos goles del choque de ida y una notable sensación de superioridad respecto a su vecino.

Trece años después, el Inter tiene en la mano la presencia en una nueva final. Entonces, de la mano de Jose Mourinho, logró su tercera Champions, en el estadio Santiago Bernabéu, tras ganar al Bayern Múnich. Dieciséis hace que el Milan no está en la lucha por el trofeo. Fue en el 2007 cuando consiguió contra el Liverpool su séptima Copa.

Pero tiene todo de cara el Inter que con los goles de Edin Dzeko y Henrikh Mkhitaryan dejaron allanado el camino para el conjunto de Simone Inzaghi.

"Hemos hecho un gran partido, tenemos ventaja y jugaremos la vuelta en casa con nuestro público, pero tenemos que hacer todavía un gran esfuerzo para realizar un sueño", advierte el preparador interista.

"Queríamos otra cosa y otro resultado. Tenemos que creer, porque todo puede cambiar en el partido de vuelta. Se ha complicado mucho el partido desde el punto de vista táctico y mental, tenemos que reaccionar en la vuelta. Tenemos que subir el nivel y actuar muy diferente al primer partido", reconoció Stefano Pioli, entrenador rossonero que confía en recuperar a su atacante Rafael Leao para intentar el milagro en la Liga de Campeones.

Solo cinco veces en la historia de la competición el cuadro visitante ha remontado una desventaja del partido de ida. Dos de ellas fue gracias al valor doble de los goles en campo contrario, algo que ya no puede suceder. El Manchester United, en la temporada 2018-19, dio la vuelta a dos goles adversos.

El Tottenham sacó adelante un duelo con el Ajax tras perder en su campo 0-1 y el conjunto neerlandés se clasificó en la temporada 2018-19 tras caer en Ámsterdam con el Real Madrid por 1-2. En la vuelta, el equipo de Países Bajos ganó en el Bernabéu 1-4.

También el Inter, frente el Bayern, y el Ajax, otra vez, contra el Panathinaikos, remontaron como visitantes, aunque con un gol de desventaja.