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Ante los nervios clásicos de defender un Grand Slam, de inaugurar la pista central de Wimbledon y de tener enfrente a un rival sin nada que ganar y un mundo que perder, Carlos Alcaraz se desquitó la presión del primer día y venció a Mark Lajal (7-6 (3), 7-5 y 6-2) para avanzar en Wimbledon.

Alcaraz sufrió más de que lo que se podría aventurar ante un rival como Lajal, fuera de los 250 mejores del mundo, sin experiencia ante top 20 y sin un solo partido de Grand Slam en su mochila.

Mark Lajal | EFE

El estonio, el primer hombre de esta nacionalidad en jugar en un major, sin miedo de ningún tipo, aprovechó lo tierna de la hierba, que adquiere una velocidad adicional a los golpes, y un Alcaraz poco brillante, para hacer partido.

No le dio para ganar ni un set, pero exprimió al murciano, que puede presumir de haberse llevado los primeros sustos del torneo.

Su siguiente obstáculo llegará el miércoles, cuando se mida a Aleksander Vukic, que doblegó al austríaco Sebastian Ofner, que venía de hacer final en Mallorca, por 6-7 (11), 6-4, 6-3, 3-6 y 7-6 (8) en tres horas y 53 minutos.

Alcaraz: "Siempre me pongo nervioso en la central"

Alcaraz aseguró que Mark Lajal, su rival le "sorprendió un poco" y que siempre se pone nervioso al saltar a la pista central de Wimbledon.

"Ha jugado un gran partido", dijo el murciano a pie de pista. "Me ha sorprendido un poco. No le había visto mucho. Tiene nivel para crecer, es muy joven, tiene mi edad. Estoy seguro que le voy a ver más en el circuito y que voy a jugar contra él muchas más veces- Estoy muy contento de ganar mi primer partido en la central este año".

Sobre la sensación de entrar a la pista en la que hace un año fue campeón, Alcaraz fue claro: "Me sigo poniendo nervioso al jugar aquí, es la pista más bonita en la que he estado. Soy un privilegiado de poder estar aquí".