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Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1) dio muestras de estar pensando ya en campeón al consolidar como válida la segunda plaza en el Gran Premio de Italia de MotoGP que se disputó en el circuito de Mugello.

Nueve años después los representantes italianos consiguieron adjudicarse la victoria en todas las categorías y lo hicieron después de una apretada y equilibrada lucha, pues tanto Andrea Migno (KTM) en Moto3, como Mattia Pasini (Kalex), en Moto2, tuvieron que esperar hasta la última vuelta para decantar la carrera en su favor.

LÍDER DEL MUNDIAL

Mención especial mereció la victoria de Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP17), al que una intoxicación alimentaria le impidió disputar los últimos entrenamientos libres y aún así salió a pista dispuesto a darlo todo y lo consiguió, no sin frenar los ímpetus de todos sus rivales, en particular, y al final los del líder del campeonato del mundo de MotoGP, Maverick Viñales.

El líder del mundial realizó una carrera muy completa, en la que fue el único que pudo plantar cara a los pilotos italianos, pues en cabeza de la misma estuvieron siempre, además de Andrea Dovizioso, también Valentino Rossi, el único que al final se quedó sin podio, y un sorprendente Danilo Petrucci (Ducati Desmosedici GP17).

Tanto Rossi como Viñales o Dovizioso estuvieron en algún momento al mando de la prueba, pero según pasaron las mismas se vio que el primero en perder "comba" fue Rossi, mientras que Viñales, que llegó a ocupar la tercera posición, no se iba a conformar con la misma y esperó el momento oportuno para pasar a Petrucci.

'SE CALENTÓ'

Cuando lo consiguió, Maverick Viñales se calentó y forzó el ritmo para intentar alcanzar a Dovizioso, pero el ritmo del italiano fue en todo momento muy homogéneo y constante y eso hizo pensar al español que era mejor una segunda posición en la carrera que arriesgarse a una caída, máxime cuando todos sus rivales por el campeonato iban por detrás de él, algunos muy atrás.

En Mugello quedó manifiestamente claro que las Repsol Honda tienen problemas, aquellos que no se cansan de exteriorizar sus pilotos, en particular Marc Márquez, que fue el mejor clasificado en la primera de las carreras que se disputan en tierras italianas.

Márquez acabó sexto, una posición inusual para él, sin poder resistir el ataque de su compatriota Álvaro Bautista (Ducati Desmosedici GP16) que con una mecánica de un equipo satélite fue capaz de llegar hasta la quinta posición.

SATISFECHO

El piloto de Repsol Honda se daba por satisfecho tras los resultados de entrenamientos con acabar en el podio, algo que a la postre resultó imposible y que obliga a los ingenieros japoneses a continuar trabajando para conseguir una moto más equilibrada para todo tipo de circuitos, algo que por ahora sólo tienen las Yamaha.

Pero que a Márquez le fue a Dani Pedrosa, quien nunca estuvo en la carrera. Salió mal y lo hizo peor. Navegó casi siempre en la décima plaza y cayó hasta la duodécima pero, en la última vuelta intentó ganar una paupérrima posición en detrimento del británico Cal Crutchlow (Honda RC 213 V) y eso le hizo cometer un garrafal error que acabó con ambos por los suelos.

El cabreo de Crutchlow fue monumental y, en el momento, se lo recriminó con numerosos aspavientos al piloto de Repsol Honda, quien intentó superar por el interior a su rival y lo que hizo fue forzar hasta lo imposible la inclinación de su moto, que acabó deslizando por el suelo y llevándose así a su rival.

Pedrosa llegó segundo a Mugello y su "cero" le retrasa hasta la quinta posición, igualado ahora a puntos con su propio compañero en el equipo Repsol Honda.