Vingegaard le para los pies a Pogacar en un duelo de titanes
Pogacar: "Ya nadie puede dudar de la forma de Vingegaard"
Evenepoel: "Intenté seguir a los dos tenores, pero no fue posible"
En un gran duelo de titanes, el danés Jonas Vingegaard (Visma Lease a Bike), defensor del título, se impuso en duelo directo con el maillot amarillo esloveno Tadej Pogacar en la undécima etapa del Tour de Francia, disputada entre Evaux-Les-Bains y Le Lioran, de 211 kilómetros, triunfo que fortalece el pulso entre los mejores ciclistas del pelotón.
Reapareció Vingegaard (Hillerslev, 27 años) por todo lo alto con una victoria que revitaliza el Tour y alimenta el esperado duelo con Pogacar. Después de pasar un calvario por el grave accidente sufrido en la Itzulia el pasado 4 de abril, tras 12 días en el Hospital de Vitoria, el líder del Visma volvió por sus fueros.
Vingegaard, quien se presentó en la salida de Florencia tras muchas dudas respecto a su forma, logró su cuarta victoria en el Tour por delante de Pogacar. Una bonita forma de salir reforzado que anuncia batallas en los sucesivo.
El danés, ahora con bigote, alzó los brazos con un tiempo de 4h.58.00, a una media de 42,5 km/h. Un triunfo que soltó las lágrimas por el rostro del ganador de los dos últimos Tours.
"Esta victoria significa mucho por todo lo que he pasado durante los últimos tres meses. Nunca pensé en lograr esto en tan poco tiempo, es increíble", dijo Vingegaard en meta.
Vingegaard y Pogacar, con 10 y 6 segundos de bonificación, respectivamente, dieron un buen golpe en la general. Evenepoel llegó a meta a 25 segundos, mismo tiempo que Roglic. Al esloveno le pusieron los jueces a la par que el belga, ya que sufrió una caída cerca de meta perjudicado por una moto de carrera.
A 1.47 minutos cruzó la meta un grupo con Carlos Rodríguez, Mikel Landa, Joao Almeida y Adam Yates. El más perjudicado de la jornada, Juan Ayuso, a 4.39.
En la general se aclara la zona podio, con Pogacar como patrón, seguido por Evenepoel a 1.06 minutos, Vingegaard a 1.14. Roglic es cuarto a 2.15, Carlos Rodríguez sexto a 4.40, Mikel Landa a 5.38 y Juan Ayuso noveno a 7.09.
La única etapa íntegra por el macizo central no era ninguna broma, incluía seis ascensos y un total de 4.350 metros de desnivel. Una cita marcada por los favoritos para el combate en los últimos 50 km, con 4 cotas exigentes. En la zona volcánica de la Auvernia le etapa entró rápido en erupción por formar la fuga.
Una escapada de entidad con presencia española, Oier Lazkano (Movistar), junto a Carapaz y Healy, Vercher, Lapeira y Onley. Proyecto inicial al que se unieron más tarde Armirail, Guillaume Martin, Bernard y Grégoire.
El pelotón dio luz verde, pero el UAE de Pogacar enseguida dejó claro que no iban a permitir ventajas desorbitadas.
Con las diferencias en descenso puso Lazkano su carta sobre la mesa. El vitoriano, potente en su pedaleo, atacó a 44 de meta, en pleno ascenso al Col de Néronne (2ª, 3,8 km al 9,1%). No logró marcharse en solitario, se unió el irlandés Healy antes de coronar el puerto.
Carapaz se unió en la bajada, mientras el grupo del maillot amarillo amenazaba seriamente a poco más de medio minuto. Fuga sentenciada. Los hombres de Pogacar, con Adam Yates al frente cazaron al ecuatoriano, Lazkano Y Healy. Poco después, la tormenta amarilla.
Pogacar rompe la carrera en el Puy Mary
Nada más disolverse la escapada, a 600 metros de la cima del Puy Mary (1ª, 5,4 km al 8,1%) Pogacar metió la directa. Ataque en seco. "Nadie reacciona", escuchó el líder por el auricular. Y volo por la cima con 4 segundos sobre Vingegaard, 13 con Roglic y 22 con Evenepoel. Los grandes favoritos a la batalla.
Pogacar se lanzó en la bajada por un botín que podría perfilar su tercer triunfo absoluto en el Tour, pero no contaba el esloveno con la reacción de Vingegaard, quien le limó medio minuto subiendo.
En la cima del Col de Pertus (2ª, 4,4 km al 7,9%) el líder bonificó 8 segundos y el danés 5. Por detrás, Evenepoel y Roglic a 45, fuera de la gestión de la etapa.
Vingegaard gana el duelo de gigantes
Los grandes favoritos, ganadores a partes iguales de los últimos cuatro Tours, frente a frente, a solas por la victoria, por el orgullo de asestar un duro golpe al principal enemigo.
Solo restaba el la subida al Col de Font de Cère (1ª, 3,3 km al 5,8%) y el corto descenso hasta la estación de esquí de Le Lioran, paraíso para senderistas y aficionados de la BTT en pleno corazón del Macizo Central del Cantal.
Zona de volcanes de Auvernia, escenario para el fuego cruzado entre los dos mejores ciclistas del Tour. Hubo alianza, colaboración hasta meta, pero hostilidades a la hora de jugarse la etapa. Pogacar quería asestar otro golpe, casi definitivo a Vingegaard, sobre todo en su moral, pero el nórdico tenía ante sí cerrar un ciclo negro y abrir la puerta a la esperanza.
Pogacar-Vingegaard, Vingegaard Pogacar. Dos hombres, dos líderes y la victoria en juego. Ninguno atacó al otro, optaron por el marcaje y el desafío por velocidad. Miradas, amagos de arrancada, compás de espera, hasta que se desató la furia.
Pogacar, en principio más rápido saltó primero, ganó unos centímetros, pero Vingegaard echó el resto, pleno de coraje, de rabia, hasta abrazar la gloria tres meses después del grave accidente en el País Vasco, camino de Legutiano.
La cuarta etapa en el Tour del danés, la octava de la temporada, y la reafirmación de que está en forma y en condiciones de disputar a Pogacar el Tour. Una victoria cargada de esperanza.
Este jueves se disputará la duodécima etapa, entre Aurillac y Villeneuve-sur-Lot, de 203,6 km, jornada de perfil escarpado propicia para las escapadas.
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