El estadio José Zorrilla decidirá este sábado el campeón de liga y también algunos de los equipos que descenderán a Segunda, ya que en su césped se enfrentarán el Atlético de Madrid, que lucha por el título, y el Real Valladolid, que aunque ganase, dependería de los resultados de Elche y Huesca, también implicados en el descenso.
La penúltima jornada determinó que Getafe y Alavés lograran la permanencia de manera matemática y certificó el descenso del Eibar de José Luis Mendilibar, siete años después de jugar en la máxima categoría del fútbol nacional. Real Valladolid, Huesca y Elche, por tanto, se juegan las otras dos plazas para Segunda.
El que peor lo tiene es, sin duda, el equipo dirigido por Sergio González quien, a pesar de los malos resultados obtenidos, con una sola victoria en la segunda vuelta de liga, se ha mantenido al frente del banquillo, respaldado por la directiva del club que preside Ronaldo Nazário.
Hay pocas esperanzas, por no decir ninguna, de que el cuadro blanquivioleta obre el milagro. Primero, porque después del "ridículo" sufrido el domingo ante la Real Sociedad, en palabras de uno de sus jugadores, Míchel Herrero, nada más concluir el choque, pocos esperan que se produzca una reacción en la plantilla.
Y, segundo, porque enfrente tendrán a un Atlético de Madrid que va a llegar a la capital del Pisuerga dispuesto a proclamarse campeón de liga, tras una gran temporada, algo que vio peligrar tras perder ante Sevilla o Athletic Club y empatar ante el Betis. Ese bajón lo aprovechó el Real Madrid para acercarse.
Por tanto, el conjunto colchonero no va a permitirse especular. Una victoria les daría el título. El empate solo le serviría si el Madrid empatara o perdiera ante el Villarreal y, en el caso de que perdiera, solo se llevaría la ansiada recompensa si el Real Madrid también cayera en su partido.
Será un duelo de necesidades. Pero las diferencias entre uno y otro equipo son considerables. La regularidad es la que determina las posiciones en la tabla, y el Real Valladolid la ha mantenido, sí, pero a la hora de sumar derrotas, mientras que el Atlético ha cedido el triunfo en pocas ocasiones.
Simeone sacará a toda su artillería para evitar sorpresas. Sergio, tras los numerosos y sorprendentes cambios realizados en las anteriores jornadas, deja abierta cualquier posibilidad. Volverá a repetir eso de que: "se elegirá el mejor once inicial que pueda contrarrestar las virtudes del rival".
En el José Zorrilla se compartirá la alegría desbordante y la tristeza más profunda. Será un todo o nada. Blanco o negro. Y los jugadores que protagonicen el duelo deberán no solo controlar el juego, sino sobre todo la cabeza, para no dejarse arrastrar por la ansiedad o la presión. Los madrileños lo tendrán más fácil.
Este lunes, Joaquín Fernández, central del Real Valladolid ha advertido de que el equipo no puede "volver a vivir" el "sufrimiento y la agonía" que padecieron ante la Real Sociedad. Pero por sus palabras se desprende que dan por hecho el descenso y que el partido del sábado puede que sea un último trámite para confirmarlo, lo que favorecería las aspiraciones del Atleti de convertirse en campeón.