La derrota del Real Madrid frente al Barça en la final de la Liga Endesa puso fin este martes al año más difícil de la exitosa era iniciada con la llegada de Pablo Laso al banquillo blanco. El vitoriano no olvidará su temporada más negra en la que, a la ya de por sí complicada situación generada por la pandemia, se sumaron otros infortunios en forma de lesiones o salidas de jugadores clave hacia la NBA.
Pese a todo, el equipo empezó el curso ganando un nuevo título, la Supercopa, se quedó a las puertas de colarse en la Final a Cuatro de la Euroliga y disputó las finales de la Copa del Rey y de la ACB. En ambas cayó ante el poderoso Barça de un Saras Jasikevicius que, en su debut como entrenador en España, le ha tomado la medida a su eterno rival y le ha derrotado en sus cuatro visitas al WiZink Center.
El gen ganador y el espíritu competitivo que transmite Laso a todas su plantillas volvió a ponerse de manifiesto una vez más. El Real Madrid se fue sobreponiendo a todos los obstáculos que se le ponían por el camino y demostró su regularidad en la Liga, donde acabó como un líder sólido y cerró la primera fase invicto a domicilio.
A partir de ahí fue otra historia. La sobrecarga de partidos y las lesiones en todos los puestos no le impidieron eliminar al Herbalife Gran Canaria en su estreno en el playoff y aún le quedaron fuerzas para superar en semifinales a un Valencia Basket que forzó el tercer partido y lo puso contra las cuerdas. En la final le esperaba un Barça más entero físicamente que, siete años después, volvió a levantar un título de Liga.
Los golpes le llegaron pronto al equipo blanco. El argentino Facundo Campazzo, una de sus principales figuras, anunció su salida a los Denver Nuggets de la NBA en noviembre. La posición de base quedó debilitada, y la situación se agravó a final de temporada al coincidir las lesiones de Sergio Llull y Nico Laprovittola, lo que dejó a Carlos Alocén como único director de juego en algunos partidos.
Fugas a la NBA
Cinco meses después de la marcha de Campazzo fue su compatriota Gabriel Deck quien siguió su mismo camino y abandonó el club rumbo a los Oklahoma City Thunder.
A ello se sumaron las lesiones de todo tipo, algunas de ellas de larga duración, como las de los estadounidenses Trey Thompkins y Anthony Randolph. El primero fue operado en mayo de su rodilla izquierda y el segundo se rompió el tendón de Aquiles y dijo adiós a la temporada en diciembre. La llegada del francés Vincent Poirier alivió la situación en el juego interior, donde Walter Tavares terminó acusando la sobrecarga de partidos.
Pese a todos estos problemas, el Real Madrid peleó hasta el final en todas las competiciones. Pablo Laso sumó, en su décima temporada en el banquillo, un nuevo título, la Supercopa, que se añade a los veinte que ya había logrado anteriormente (dos Euroligas, una Copa Intercontinental, cinco Ligas, seis Copas del Rey y seis Supercopas).
596 victorias
Y de nuevo el vasco fue elegido mejor entrenador de la Liga Endesa, a lo que hay que sumar que en las semifinales frente al Valencia Basket se convirtió en el técnico que más partidos ha ganado en la historia del Real Madrid, con 596, al superar a otra leyenda del banquillo madridista como Lolo Sainz, que logró en sus catorce temporadas en el club 595 triunfos.
Ahora queda lo más difícil, recomponer el equipo este verano para mantener un proyecto ganador, lo que pasará por el rejuvenecimiento de una plantilla obligada a renovarse en varias posiciones.